La presente publicación representa uno de los resultados de la colaboración entre el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y la Asociación Nacional de Universidades de Instituciones de Educación Superior (ANUIES), en el marco de los trabajos de la 9ª Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales: “Tramas de las desigualdades en América Latina y el Caribe. Saberes, luchas y transformaciones”, celebrada en la Universidad Nacional Autónoma de México, en junio de 2022, donde a través del desarrollo de diversos foros temáticos se creó un espacio para la discusión de las tendencias y desafíos que convergen en la educación superior en América Latina y el Caribe, con la participación de destacadas y destacados intelectuales, académicos, autoridades educativas y especialistas a nivel mundial.
En particular, este libro tiene el objetivo de presentar las reflexiones, propuestas y análisis del Foro “Desafíos de la Educación Superior en América Latina y el Caribe”, donde a través de cuatro paneles se buscó visibilizar los efectos que la pandemia por COVID-19 provocó a los sistemas e instituciones de educación superior en la región, así como profundizar en las perspectivas futuras del rol de las instituciones educativas y los desafíos para contrarrestar las desigualdades existentes, la mejora de las condiciones de vida social y garantizar el derecho a la educación.
A través del desarrollo de los paneles “Claves para la transformación de la educación superior en América Latina y el Caribe, frente a las desigualdades”, “Tendencias y futuros para la educación superior: un balance de las conferencias regionales y mundiales”, “Mirando el derecho a la educación desde la perspectiva del acceso a la educación superior del Sur” y “Privatización y mercantilización de la universidad. Estudios y estrategias”, se logró identificar un gran número de retos a los que se enfrenta actualmente la educación en la región, como son: la necesidad de reorientar el papel de la educación superior y generar nuevos modelos de gestión, legislaciones universitarias más justas, el fortalecimiento de políticas educativas, la preservación de la autonomía universitaria; la deconstrucción de las instituciones y, de manera generalizada, buscar un cambio cultural que permita erradicar la violencia de género, la discriminación, la exclusión social y ejercer una conciencia crítica y de responsabilidad social.
La educación en general se vio afectada por el COVID-19, ya que de manera repentina fue necesario suspender las actividades presenciales y realizarlas de manera virtual. Ante este acontecimiento, muchas instituciones educativas, docentes, administrativos y estudiantes no contaban con las herramientas e infraestructura necesarias para desarrollar sus actividades bajo este nuevo esquema, evidenciando además las desigualdades socioeconómicas.
Las instituciones de educación superior tuvieron un papel relevante en las acciones de combate a la pandemia, al ser impulsores para la implementación de medidas preventivas en coordinación con sus gobiernos, en la movilización de sus laboratorios para el desarrollo de vacunas, fármacos y equipos necesarios de protección, mostrando su compromiso y responsabilidad social.
Asimismo, la pandemia logró el impulso acelerado de nuevas formas de comunicación, de organización y de movilidad; y permitió acercar a los diversos actores de la comunidad educativa, que por falta de recursos o por la distancia, su interacción se encontraba limitada.
Actualmente, nos enfrentamos a los desafíos que esta crisis mundial nos dejó, y que es necesario que los esfuerzos se orienten a tomar en cuenta las diversidades regionales como parte esencial para el desarrollo sostenible, respetar la autonomía de las instituciones educativas; garantizar el financiamiento suficiente que redunde en salarios dignos y la carrera funcional de los trabajadores universitarios; avanzar hacia una educación aún más inclusiva en temas como el acceso, permanencia y diversidad, que incluya asuntos de género, pueblos originarios, migrantes y minorías; asimismo, asociar la calidad y los criterios para su evaluación a la pertinencia; la superación de las brechas, las desigualdades e inequidades y la cooperación académica solidaria; así como evitar la mercantilización de la educación y erradicar toda forma de violencia y acoso en las instituciones de educación superior.
Lo anterior no significa que debamos partir de cero. Los efectos de la pandemia nos dan la oportunidad de replantear el propósito de las actividades y funciones que desarrollamos en nuestro día a día, de revisar en conjunto las políticas actuales en materia de educación, de fortalecer el vínculo entre las instituciones educativas y la sociedad, y promover un proyecto de transformación de la educación superior en América Latina y El Caribe que permita modificar los paradigmas y las mentalidades actuales.
Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior de la República Mexicana (ANUIES)
Nota: El texto corresponde al «Prólogo» de la obra.
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Fuente: CLACSO