El gobierno que llegó a Madagascar mediante un golpe de estado ha lanzado un nuevo esfuerzo para resolver la crisis política que afecta al país desde hace 18 meses, y que ha dejado a la gran isla del océano Índico en el aislamiento.
Cerca de 4.000 miembros de la sociedad civil y políticos se han reunido a las afueras de la capital, Antananarivo, para una conferencia de una semana de duración, en la que se abordarán los temas de un gobierno interino, una nueva constitución, elecciones y la reconciliación nacional.
Pero los representantes de los principales líderes políticos, incluido el presidente expulsado, Marc Ravalomanana, sus predecesores, Didier Ratsiraka, y Albert Zafy, no han acudido a la cumbre, porque dicen que no quieren “apoyar este esfuerzo que está condenado al fracaso”.
Ni Andry Rajoelina, que derrocó a Ravalomanana, en marzo de 2009, con el respaldo del ejército, asistirá a la ceremonia de apertura del día 13 de septiembre. “El gobierno simplemente está facilitando la logística y la financiación de la conferencia”, declaró Paul Ramino, el líder de un consejo de ancianos, en un discurso en el que disculpaba la ausencia de Rajoelina.
Madagascar se ha visto estancada en la crisis desatada cuando Rajoelina se hizo con el poder, lo cual provocó que la Unión Africana y la Comunidad de Desarrollo del África Austral, SADC, suspendieran al país como miembro, hasta que volviera al orden constitucional.
Rajoelina ha desdeñado todos los acuerdos impulsados hasta el momento por los dos bloques internacionales, para resolver la crisis.
(News 24, 13-09-10)