El escritor ecuatoguineano, Juan Tomás Ávila Laurel, que reside en Malabo, se ha declarado en huelga de hambre el día 11 de febrero, según ha anunciado en su Facebook, en protesta por la visita del presidente del Congreso de los diputados, José Bono, a la cabeza de una delegación de parlamentarios españoles, a Guinea Ecuatorial, entre los días 9 y 11 de este mes.
Ávila Laurel ha difundido una carta a José Bono, (reproducida a continuación) en la que le pide que presione al gobierno de Teodoro Obiang para que inicie un gobierno de transición, como una exigencia “no política, sino social y moral”.
Mientras en España los medios de comunicación recogen la determinación del escritor por luchar de esta forma pacífica por la libertad en su país y las protestas de la oposición guineana en el exilio, que han pedido el apoyo de los ciudadanos españoles para expresar el máximo rechazo e indignación por este viaje, los medios oficiales de Guinea Ecuatorial destacan en titulares que José Bono, y el resto de la delegación de parlamentarios españoles, alargarán su visita a Guinea Ecuatorial, hasta el fin de semana, “para poder visitar la región continental» del país africano.
El conocido escritor ecuatoguineano, anunciaba así la mañana del 11 de febrero su decisión en la página de Facebook:
Estimados amigos:
Desde el día de hoy y hasta que Dios disponga o las cosas se aclaren, me declaro en huelga de hambre por la situación de Guinea Ecuatorial.
Adjunto va una carta que pido que den publicidad y que lo hagan llegar a su dueño.
Siendo darles una mala noticia, pero no puedo más.
Muchas gracias por comprenderlo
Juan Tomás.
CARTA A JOSÉ BONO MARTÍNEZ, PRESIDENTE DEL PARLAMENTO ESPAÑOL
EXCELENTÍSIMO SEÑOR DON JOSÉ BONO MARTÍNEZ:
Ya que cree tanto en la solvencia moral del presidente Obiang, quien lleva en el poder desde el año 1979, le pedimos de todo corazón que hagas las gestiones y presiones para constituir en Guinea un gobierno de transición en el que no deben formar parte ninguno de los que han ostentado cargos en estos 32 años.
Esta, como creerá, no es una exigencia política, sino social y moral. Ya no podemos seguir viviendo bajo una dictadura que nos come el alma.
Señor Bono, lo único que deseamos es que consiga que Obiang, su hijo Teodorín, la primera dama Constancia, los hermanos y primos generales y coroneles que sostienen este incalificable poder consigan un asilo en un país seguro. Creemos que con la tercera parte del dinero guardado en el extranjero por uno solo de ellos dará para que vivan hasta el resto de sus días. El resto del dinero tendrá que ser devuelto al país. Pida a los gobiernos de los países implicados en esta masiva evasión de dinero que colaboren y tengan fe en nuestras peticiones, tanto en la asignación de un mínimo para que vivan como en la restitución del resto al país.
No exigimos que sean juzgados, porque hasta ahora no es una exigencia planteada por ninguna organización. Cómo podían plantearlo si los legitimáis con vuestros gestos. Entonces no tendría sentido plantearlo después, porque sería una hipocresía mayor.
Con el dinero recuperado, señor Bono, se construirán escuelas y se formarán maestros y profesores y sacaremos del ejército guineano a estos miles de jóvenes secuestrados por la miseria y les daremos educación y formación. Y daremos educación a los niños guineanos, faltos de atención en un país rico como éste.
Con este dinero y con lo que queda, instituiremos la justicia y lucharemos contra la impunidad. Formaremos a jueces y robusteceremos nuestro sistema judicial.
Con este dinero, señor Bono, cultivaremos nuestras tierras, aseguraremos nuestras despensas y lucharemos contra la degradación ambiental. En definitiva, nos procuraremos lo indispensable para una vida mínimamente digna.
Con un plan de un gobierno más humano, haremos que la vida en Guinea sea digna, porque creemos que hay recursos para ello.
Este no es un plan de Gobierno, señor Bono, pero si se les deja hacer a los que más saben y quieren, lo que se diga de Guinea será de mutuo beneficio para España y para todos los guineanos que viven aquí y en muchas regiones y provincias españolas esperando un milagro que no se dará si no hacemos, hace usted, lo que debe, aprovechando tu visita.
No es justo dejar mi vida en sus manos, señor Bono, pero tengo que reconocer que lo que pase de ella tendrá usted mucho que contar».
Malabo, 11 de febrero 2011
Juan Tomás Ávila Laurel
(Fuente: Asodegue, blog y facebook de J. T. Ávila Laurel, 11-02-11)