Novias en Botsuana: compre ahora y pague más tarde

24/10/2008 | Crónicas y reportajes

El matrimonio es una institución respetada en Botsuana. Todavía es visto como un estatus tener un reluciente anillo en el segundo dedo de tu mano izquierda. A veces, la urgencia de casarse puede parecer una obligación más social que personal.

Como muchas mujeres de todo el mundo, nosotras crecimos con cuentos de hadas de final feliz siempre después del matrimonio, Cenicienta, Blanca nieves. Pero con el reciente descenso económico, la tradición de pagar “el precio de la novia” se ha convertido en un nuevo tipo de reto, que requiere toda clase de nuevas maneras de pagar la “factura”.

Cuando un hombre dice que ama a una mujer con todo su corazón, pero no puede permitirse pagar el bogadi (la dote, el lobola) tiene dos opciones. LA primera es quitarse el pensamiento de la cabeza hasta tiempos posteriores, cuando pueda permitirse casarse. La segunda es hacer los acuerdos necesarios para quedarse con la mujer. Puede pagar una pequeña suma y hacer la pelota a la familia de la mujer con regalos baratos y promesas de pagar el resto de los que les debe. Normalmente deja que sus tíos se ocupen de esta parte, como es costumbre entre los Tswana.

La primera opción, sin embargo, es un poco arriesgada porque alguien puede llegar y llevarse a esta mujer. Así que muchos hombres conciben planes para tomar a sus esposas “a crédito”, un acuerdo tipo compre ahora y pague más tarde.

En estos días, sólo unas cuántas mujeres pueden presumir de haberse casado con un ganado bueno y gordo. Estas afortunadas normalmente son de familias elegantes y educadas en los mejores colegios y universidades. Porque la verdad es que, en muchos casos, todavía importa durante el proceso de bogadi que no estés “echada a perder” (que tengas hijos), que no estés divorciada y que seas un diamante (que estén bien educada).

Ahora bien, estos acuerdos de novia a crédito siguen siendo un secreto muy bien guardado entre los miembros de la familia, a pesar de que en las comunidades de Botsuana no hay secretos. Siempre que surgen riñas, reina el entusiasmo y se agotan las conversaciones, estas cosas tienen muchas posibilidades de salir a la luz. Es embarazoso y humillante para la mujer, hasta el punto de que he oído el caso de dos mujeres que dieron dinero a sus hombres para que pagasen por ellas mismas. Los hombres, por el contrario, rara vez se preocupan, porque ellos pueden tener su pastel y comérselo. Puede tomarse su tiempo para pagar por ella y mientras tanto… la vida y el amor continúan.

Este fue el caso de un tal Bra J. que conozco. No hace mucho tuvo una enorme boda, con dos salones, un vestido blanco para su mujer y un traje hecho a medida para él, niñas preciosas con flores y una carísima tarta de bodas y compañía de catering. Yo me quedé sorprendida. ¿No se habían casado ya? Quiero decir, tienen tres niños, comparten una gigantesca casa y llevan alianzas desde el primer momento. Bra J. se rió entre dientes y me dijo que se había casado con su mujer a crédito. Ahora se había visto con posibilidades de pagar el bogadi, ya que los dos estaban a gusto y iban camino de la vejez.

¡Guau! La mujer de Bra J., por otro lado, no estaba tan dispuesta a discutir este asunto conmigo, ya que yo estaba por debajo de ella: culturalmente hablando, me recordó. Yo soy considerada una chica (joven, soltera y sin hijos) y ella una mujer (casada).

Esta moda de novia a crédito se está haciendo muy popular últimamente. La gente firma pagarés promisorios en el tribunal comprometiéndose a pagar el badadi.

Un aspirante a pretendiente insistía en que si se casaba conmigo, me pagaría en plazos mensuales ya que no podía permitirse pagarme en un solo plazo. Me hizo reír con ganas.

Así que el matrimonio es un gasto y debemos jugar con él como con un sudoku. Todavía, en medio de todo esto estoy fascinada por lo pomposas que son las bodas y las fiestas de compromiso.

En Botsuana una buena celebración nupcial es algo que no te puedes perder. La gente echa la casa por la ventana para asegurarse de que el evento será una fiesta de moda, bebida y música para no olvidar jamás. Lo mejor que puedes ofrecer en señal de respeto y alegría para la pareja es asistir al evento, disfrutar de la comida, meter todos los dulces que te dan en tu bolso, tragar todo el alcohol que puedas y bailar toda la noche mientras proclamas que “esto va a ser la fiesta del año”.

Para la gente como yo, que tiene que hacer un terrible esfuerzo para mantener la boca cerrada, es necesario morderte la lengua para no preguntar si la novia es a crédito.

Keletso Thobega,

K. Thobega nació y se crió en Lobatse, Botsuana. Es estudiante de periodismo y artista visual.

Artículo sacado del diario surafricano Mail & Guardian, el 22 de octubre de 2008.

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