En México es común utilizar la frase “más mexicano que el nopal” (chumbera en España) para referirse a aquellos que no pueden pasar como extranjeros dentro del país. Y es que esta planta es uno de nuestros símbolos más representativos, que también forma parte del escudo nacional. Pero los nopales ya no se encuentran sólo en Norteamérica, debido a que han sido exportados a otras regiones, entre ellas a Eritrea, en África, donde promete convertirse en un aliado para el combate contra el hambre y la desnutrición.
Los nopales son plantas desérticas de origen mexicano pertenecientes a la familia de las cactáceas, de uno a cinco metros de altura, con tallos o ramas (pencas) ovaladas y aplanadas de color verde que tienen espinas. Desde tiempos prehispánicos los antiguos mexicanos lo han utilizado en diversos usos, principalmente como alimento y para tratamientos medicinales. Debieron ser sus primeros recursos de subsistencia, sobre todo en la región de Aridoamérica.
Según la tradición, cuando los mexicas llegaron al Valle de México, el Dios Huitzilopochtli les ordenó construir su ciudad en el sitio donde divisaran un águila posada en un nopal devorando una serpiente, encontrando la señal en un islote cerca de la actual plaza del zócalo de la capital mexicana. Los distintos motivos que integran este conjunto tenían un significado preciso en la cosmovisión mexica. Para el caso específico del nopal, era considerado como el árbol del sacrificio, que estaba cubierto de tunas, o sea, de los corazones de los sacrificados.. Posteriormente, durante la colonia, los evangelizadores jesuitas y franciscanos lo retomaron dentro de un marco católico a modo sincrético, conservando el viejo mensaje idolátrico al que superpusieron un significado cristiano: la metáfora del tunal como árbol de cruces.
Como vemos, el nopal posee una fuerte carga identitaria y simbólica para las y los mexicanos, que aparece en multitud de platillos, estandartes, escudos de armas, arcos, pinturas, construcciones, poemas y canciones. Hasta hace pocos años muchos extranjeros observaban con incredulidad cómo es que los mexicanos tenían en tan alta estima esta especie de cactus, que aparentemente no ofrecía muchos beneficios. Pero cada vez aparecen más investigaciones científicas que han comprobado que contiene una gran cantidad de nutrientes y elementos benéficos para nuestra salud. En la siguiente infografía se resume parte de lo que los nopales son capaces de ofrecernos.
Todo ello no ha pasado desapercibido para el resto del mundo, por lo que el nopal ha sido trasplantado en algunas regiones áridas o semiáridas con éxito, entre las que se cuenta Eritrea, uno de los sitios donde mejor se han asentado los cultivos de nopal y donde ha tenido un impacto sumamente positivo en las comunidades y la economía local.
Al parecer fueron misioneros católicos los que introdujeron la planta en este país alrededor del año de 1939 en las localidades cercanas a la actual frontera con Etiopía, y después se llevó al resto del país. Hoy el cactus se puede ver casi en cualquier parte. Sin embargo, los eritreos solamente suelen comer la fruta del cactus. En México existen diversas variantes de frutos que produce el nopal, principalmente la tuna, la pitahaya y el xoconostle. Por las características del suelo en Eritrea no es posible que en este país florezcan todas las especies de nopal conocidas en México, y solamente pueden darse tunas como frutos, sólo que los eritreos las conocen como Beles o Prickly Fruit. Durante el verano esta fruta es la única fuente de alimentos estable para miles de personas, y muchas familias dependen económicamente de ellos. Es frecuente encontrar a niños que las venden en las calles de Asmara y otras partes del país, y muchos ven un gran potencial de crecimiento de este cultivo.
No obstante lo anterior, los nopales no han sido lo suficientemente aprovechados, e incluso todavía algunos habitantes de Eritrea que los ven como una plaga que ocupa espacios que podrían ser aprovechados por otros cultivos. Tomando en cuenta todos los beneficios que ofrece el nopal como alimento, se ha implementado un Programa en donde se fomenta el consumo de nopales. Este proyecto es dirigido por el mexicano Jesús Fuentes Rodríguez, originario de Coahuila e ingeniero agrónomo zootecnista por la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, quien es también el coordinador de la región de Norteamérica de la FAO y del Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Áridas (ICARDA).
Sin duda se trata de una gran y ambiciosa iniciativa, que comenzó a funcionar desde el año 2000, cuando todavía se sentían las secuelas de la guerra que enfrentó a Eritrea contra Etiopía. Su principal objetivo es mostrar el nopal a los eritreos como un alimento capaz de transformar su vida y mejorar su situación económica. Ya vimos los enormes beneficios de comer nopales en las personas, pero de igual manera pueden ser utilizados como alimento forrajero de los animales domésticos. Por ejemplo, el camello es un animal muy importante en Eritrea, y se ha demostrado que el nopal es un alimento muy conveniente para ellos, ya que por la forma en que mueve el hocico evita que se lastime los labios con las espinas. De esta forma se contribuye al sostenimiento de los frágiles sistemas de pastoreo en el país.
De este modo, el nopal representa una esperanza para agricultores, granjeros y pastores en medio de las tierras áridas que dominan gran parte de su territorio, considerando que el 80 % de la población depende económicamente de estas actividades. Sin embargo, el consumo de nopales entre las personas no ha tenido el repunte que se espera, lo que se explica en parte porque en Eritrea no existe la misma tradición nopalera culinaria que existe en México, por lo cual deberá adaptarse y aceptarse dentro de la cocina eritrea.
Sin embargo, este país africano no cuenta con muchas opciones. Estamos hablando de uno de los países más pobres de África (que ya es mucho decir), y ha sido golpeado por prolongadas sequías y plagas, cada vez más agudas a consecuencia de los efectos del cambio climático. Como resultado de ello presenta alarmantes cifras en materia de alimentación, pobreza y desnutrición, como las siguientes:
- El Banco Mundial estima que el 69 % de la población de Eritrea vive por debajo del umbral de la pobreza.
- Una de cada cuatro personas tiene desnutrición, según el Programa Mundial de Alimentos.
- Se estima que las tasas de desnutrición han aumentado en cuatro de las seis regiones en que se divide el país desde el 2015.
- 23.000 niños de hasta cinco años necesitarían tratamiento contra la desnutrición severa.
- De acuerdo con la UNICEF, Eritrea es el país africano con mayor prevalencia de desnutrición infantil, que oscila en más del 60 %, más alta aún en comparación con otros países africanos en conflicto.
Claramente Eritrea necesita apoyo, pero es una de las naciones más cerradas del planeta, cuyo gobierno encabezado por Isaías Afwerki es de un carácter sumamente autoritario e intolerante hacia las críticas. Muchas agencias de Naciones Unidas tienen prohibido ingresar al país, por lo que son pocos los proyectos que se han implementado, siendo el del mexicano Jesús Fuentes uno de ellos.
Dada esta lamentable situación, el máximo aprovechamiento de los beneficios que ofrecen los nopales representa una auténtica tabla de salvación para el pueblo eritreo. El verdadero reto será trasmitir adecuadamente todo el conocimiento y la tecnología en torno al cultivo del nopal a los eritreos, y convencerlos para que lo adecúen a sus realidades y necesidades. Además de Eritrea, la FAO ha llevado el nopal a otros países africanos, donde han comenzado a descubrir las bondades que ofrece. En Argelia incluso se ha utilizado para producir gas y energía, mientras que en Marruecos y Túnez también se muestran interesados en llevarlo a sus tierras.
El hecho de que el nopal esté presente en otras tierras lejanas a la nuestra no borra todo lo que representa para los mexicanos. Por el contrario, debería ser motivo de orgullo que uno de los emblemas nacionales transforme la vida y las economías de las personas más desfavorecidas. Para ellos, el nopal mexicano es un regalo invaluable en el que se pueden apoyar para superar la pobreza y obtener una mejor calidad de vida, un auténtico oro de color verde.
Original en: Tlilxayac