No a un tercer mandato presidencial de Faure Gnassingbé

30/05/2014 | Opinión

Mi difunto hermano mayor Maté Abraham Tété-Adjalogo me dijo un día: “sabes, Godwin, lo suculento se come dos veces”. Pero lo que mi hermano no me contó es que el suculento plato, comido una segunda vez, se vuelve, ipso facto, como una droga… Es difícil, muy difícil, pasar! A menos que te ayuden a dejarlo.

Así es como Faure Essozima Gnassingbé y sus servidores no quieren renunciar al poder político que usurparon aprovechando un triple golpe de estado (militar, constitucional y electoral) en febrero/abril de 2005. Poder político al cual se aficionaron como a una droga…

Pero la queja siempre acaba sacando de quicio al que le consume, si no le mata antes. Y como los locos resultan peligrosos para la sociedad, el pueblo soberano togolés ha decidido que Faure Essozimna Gnassingbé no debe aspirar a un tercer mandato presidencial. A tal efecto, el pueblo togolés exige el restablecimiento sin condición de la constitución que ha plebiscitado con casi 98% el 27 de septiembre de 1992. La constitución estipula en su artículo 59: “El Presidente de la Republica es elegido por sufragio universal directo por un mandato de cinco años renovable una sola vez. En ningún caso, nadie puede ejercer el cargo más de dos mandatos”.

Entonces, los aduladores del obsoleto régimen éyadémao-gnassingbéen ponen el grito en el cielo. Reivindican el “principio” de la “no retroactividad” de una ley.

Pero el hecho es que ningún demiurgo prescribió nunca la “no retroactividad” intangible de una ley. Las leyes son, como las demás obras humanas, la fijación de voluntades humanas, a un lugar concreto, a un momento concreto. En otros términos, una ley es el resultado concreto de un análisis concreto espacio-temporal. La “no-retroactividad” intangible de una ley resalta entonces como un mito, un intento de mistificación, un simple alegato pro domo!!! de hecho.

En este caso, cuando Gnassingbé Eyadema ha trapicheó nuestra Ley fundamental el 31 de diciembre de 2002, se aplicó inmediatamente la modificación que le permitió presentarse por enésima vez a la magistratura suprema de nuestra Republica. Sin embargo, es evidente, desde hace mucho tiempo, que el régimen éyademao-gnassingbéen, de padre a hijo, conduce inexorablemente a la deriva a la Nación togolesa!!! Salta a la vista!

Por eso, el pueblo soberano togolés exige soberanamente a Faure Essozimna Gnassingbé el restablecimiento sin condición de su Constitución del 27 de septiembre de 1992, y su aplicación inmediata!

Pueblo togolés! tenemos el deber de ayudar a Faure Essozimna Gnassingbé y sus secuaces a deshacerse del plato suculento que ya han comido demasiadas veces.

Sí! Pueblo togolés! con tu Fe, tu Valentía y tus Sacrificios, la Nación togolesa Tiene que Renacer!

Lomé, el 25 de mayo de 2014

Godwin Tété*

LeTogolais.com

* Historiador Togolés. Nació en 1928, cursando estudios en Lomé, Paris y Praga. Ha sido funcionario público de la administración togolesa. También ha trabajado en el Instituto de Desarrollo Económico del Banco Mundial y en las Naciones Unidas. De 1991 a 1992 formó parte del Alto Consejo de la República Togolesa.

[Traducción, Yacouba Sabere]

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