Niños a quienes la guerra hace adultos, por Bartolomé Burgos

12/11/2015 | Bitácora africana

En una anterior Bitácora hablábamos del Chad y de sus refugiados. Hoy centramos nuestra atención en el tema de los niños refugiados.

¿Son numerosos los niños refugiados en el Chad?

Son casi 86.00000 los niños, de entre seis meses a 14 años, refugiados en el Chad. Solo de Sudan (Darfur) se calcula que han llegado al Chad unos 40 000 niños refugiados.

Únicamente los campos de refugiados del sur de Chad acogen ya a 696 menores, que han llegado al país sin sus padres, huyendo de las guerras en las naciones vecinas.

Cada uno de estos niños tiene su historia y arrastra su tragedia.

Hay quien vio morir a su madre, cuando huían, asesinada por una u otra de las milicias, de los países en conflicto.

Otro, enviado por sus padres a una escuela en la ciudad vecina, se encontró sólo al comenzar la guerra, en la República Centroafricana, y, con la ayuda de algún amigo o vecino, logró refugiarse en el Chad.

Otro, desolado, busca a sus padres, de quienes los separó la guerra.

Cada uno de esos cientos, miles de niños, podría contarnos su tragedia.

¿Qué entiende UNICEF por “un menor no acompañado”.?

Cientos de niños llegan a los campos de refugiados, huyendo de algún conflicto.

A veces llegan con sus familias o, al menos, con algún miembro adulto de sus familias.

Pero, con frecuencia llegan solos, o acompañados por un adulto, que los ha recogido en el camino, quien no conoce a sus familias o no sabe en donde se encuentran.

Son éstos, sobre todos los que llegan sin ninguna compañía, los clasificados como menores no acompañados.

¿Suelen estos niños reencontrarse con sus familiares?

Algunos lo consiguen.

Cuando alguno de estos niños llega a un campo u otro de refugiados, donde opera Unicef, sus oficiales distribuyen fotos de estos niños para tratar de localizar a sus padres o familiares. A veces lo consiguen.

Unicef tiene un programa para menores no acompañados. «El objetivo final es que vivan en familias”

¿Qué puede hacer Unicef por los menores no acompañados?

El objetivo final de Unicef es que encuentren a sus familiares o, por lo menos, que vivan en familias.

Entre tanto se ocupan de ellos.

Unicef lleva cabo campañas de vacunación y distribuyen vitaminas.

Llevan a cabo una tarea de identificación, documentación y reunificación de los niños y niñas que se encuentran separados de sus padres.

Prestan apoyo para el cuidado y la protección de estos niños, así como apoyo psicosocial para niños traumatizados, con especial atención a las niñas y los menores.

Aseguran el suministro de agua potable a través de la instalación de tanques de agua y tabletas de purificación de agua.

procuran material escolar básico, para cubrir las necesidades de los niños entre 6 y 18 años

¿Quedan estos niños muy marcados por ésta experiencia?

Marcel Outara, subdelegado de Unicef en Chad, lamenta que “los menores que llegan solos a los campos de refugiados suelen estar “mentalmente perturbados; por eso tratamos -dice-de facilitarles espacios lúdicos, lugares para jugar, interactuar entre ellos, para que vuelvan a sentirse niños. Muchas veces no quieren comer, están muy afectados por no estar con su familia. Hay que trabajar con ellos de una manera social y afectiva”.

Estos niños, a quienes la guerra hace adultos de manera prematura, llevarán siempre en sus mentes la marca del sufrimiento. Esperemos que lleven también en su corazón el calor humano de la solidaridad.

Autor

  • Burgos, Bartolomé

    Bartolomé Burgos Martínez nació en Totana (Murcia) en 1936. Sacerdote miembro de la Sociedad de Misiones de África (Padres Blancos), es doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, 1997. Enseñó filosofía en el Africanum (Logroño), en Dublín y en las ciudades sudanesas de Juba y Jartum. Fue fundador del CIDAF (Centro de Información y Documentación Africana) a finales de los setenta, institución de la que fue director entre 1997 y 2003.

    Llegó a África con 19 años y desde entonces ha vivido o trabajado para África y ha visitado numerosos países africanos. De 2008 a 2011 residió en Kumasi, Ghana, donde fue profesor de filosofía en la Facultad de Filosofía, Sociología y Estudios Religiosos de la Universidad de Kumasi. Actualmente vive en Madrid y es investigador de la Fundación Sur.

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