El pepino (Cucumis sativus) es una planta muy cultivada de la familia de las cucurbitáceas. Se describe como un tipo de melón y proviene de la misma familia que la sandía, el calabacín y la calabaza.
El origen del pepino es Asia del Sur, pero ahora crece en la mayoría de los continentes como una de las cuatro hortalizas más cultivadas en el mundo y es conocido por ser uno de los mejores alimentos para el bienestar general de la salud.
El pepino fresco puede tener un sabor «soso» para algunos, pero sus propiedades refrescantes quitan la sed. Mucha gente puede no ser consciente de que el pepino tiene inmensos beneficios para la salud y es muy fácil encontrarlo en los mercados de frutas.
Según el ex-Presidente de la Sociedad de Nutrición de Nigeria, el profesor Ignacio Onimawo, este gran fruto rehidrata el cuerpo de tal manera que cuando uno está demasiado ocupado para beber suficiente agua o no hay agua alrededor, comer pepino, que contiene un 90% de agua, compensa el agua que nuestro cuerpo necesita. Tiene un efecto tan refrescante durante las temporadas de clima seco y caluroso que ayuda a normalizar la temperatura corporal.
Algunos otros beneficios para la salud del pepino son sus efectos diuréticos que fomentan la eliminación de desechos a través de la orina y se ha descubierto que también puede ayudar en la disolución de cálculos renales.
El pepino elimina toxinas
Toda esa agua que contiene el pepino actúa como una escoba virtual, barriendo los productos de desecho de nuestro cuerpo.
Repone las vitaminas diarias
Los pepinos contienen la mayor parte de las vitaminas que el cuerpo necesita en un solo día: vitaminas A, B y C, que refuerzan el sistema inmunológico y nos mantienen radiantes y con mucha energía.
Se puede obtener aún más beneficios de esta verdura prensándola con espinacas y zanahoria, dejando la piel ya que contiene una buena cantidad de vitamina C, aproximadamente el 12% de la dosis diaria recomendada.
[Fuente: allafrica.com-Fundación Sur]
