Nigeria: la primera dama, Hajia Turai, con más de 140 millones de rehenes

18/03/2010 | Opinión

Los informes que desvelan que el enfermo presidente de Nigeria fue introducido en Nigeria sin el conocimiento de Goodluck Ebele Jonathan, el vicepresidente del país, son vergonzosos. Jonathan ni siquiera autorizó al ejército para alinearse por las calles de Abuja mientras su jefe llegaba en secreto. Es más, los medios en Nigeria fueron cogidos desprevenidos, y se enteraron gracias a la noticia sobre la llegada de Yar’Adua dada por Al Jazeera Televisión.

La situación en Nigeria es una réplica de lo que está ocurriendo en muchos países africanos en los que los agentes que manejan todo el tinglado del poder, quienes rodean al gran hombre, pueden abusar de la constitución, secuestrando al presidente, sin consultar con nadie. Si Jonathan no era consciente de todos estos acontecimientos que están teniendo lugar, ¿Quién está tripulando Nigeria? ¿Cuál es la raíz de esta anticonstitucionalidad en primer lugar? ¿Quién ordenó al ejército alinearse por las calles de Abuja?

La primera sospechosa de este abuso de poder y usurpación no es otra que la primera dama, Turai, que prohibió a Jonathan que tuviera una audiencia con su jefe. Otros culpables son los familiares de Yar’Adua. Recientemente, la madre de Yar’Adua, Hajj Dada, rezaba en público para que se permitiera a su hijo volver a Katsina, para que se organizasen oraciones por su recuperación. El pretexto que da Turai es que los doctores le dijeron ¡que no permitiese a nadie ver al presidente! ¡Qué tonterías!

Instalada entre los agentes de poder de Katsina, hogar de Yar’Adua, Turai está haciendo todo lo que está en su mano para salirse con la suya; en caso de que el presidente fallezca en algún momento. Esto ha creado mucho revuelo en Nigeria. Los nigerianos no conocen las condiciones de su presidente. Abundan los rumores sobre que Yar’Adua está en malas condiciones y por tanto, cualquier cosa puede ocurrir en cualquier momento. Turai y compañía se están embarcando en este tipo de abracadabras para crear un entorno propicio para que el poder cambie de manos. Algunos se refieren a Turai como la Imelda Marcos de Nigeria, por la influyente mujer del antiguo hombre fuerte de Filipinas, Ferdinand Marcos, que gobernó durante más de dos décadas, antes de ser retirado del poder por protestas, en 1986.

Las primeras damas y los pequeños genios que rodean a los grandes hombres de África están destruyendo nuestro continente. Se han convertido en presidentes desde detrás de la cortina. Algunos abordan a los periodistas y ejercen inmensos poderes como si tuvieran el respaldo constitucional para actuar como gobernantes. En Uganda, el clan-familia del presidente utiliza el país como su empresa privada ¡y no se hace nada para detener esta anomalía! Están por todas partes haciendo de todo lo que pueda dar dinero. Todos los vendedores lucrativos y tenderos por el estilo están bajo el control de su Netherworld (mundo de tinieblas). Como el propio hombre fuerte, todos están por encima de la ley. Por eso el hermano de Museveni, Caleb Akandwanao aka Saleh Salim, ni siquiera ha sido acusado nunca de corrupción.

La situación es incluso más flagrante en Argelia, Congo Brazzaville, República Democrática del Congo, Egipto, Guinea Ecuatorial, Etiopía, Gabón, Libia, Gambia, Ruanda, Togo, Túnez y Zimbabue, donde un eje de familiares y amigotes de los señores del mal, están sobre el resto de la gente.

La noticia de que la mujer de Yar’Adua ha sobrepasado al presidente en funciones impidiéndole ver a su jefe, sin ningún temor a la institución de la presidencia, es un golpe para Nigeria. En Estados Unidos, cuando un candidato que ha ganado las elecciones es declarado presidente, dicen: “Este no es un ser humano normal, sino el presidente de los Estados Unidos”. Esto significa que el presidente elegido cesa de ser un asunto familiar y empieza a ser una figura pública. En principio se supone que el presidente está por encima de confines como la tribu, religión, región y esas cosas. La mujer de Yar’Adua se ha equivocado enormemente al secuestrar al presidente del pueblo que le votó como su líder. Este delito raya la traición. Legalmente hablando, los nigerianos tienen derecho a ver y oír a su presidente. Ellos son los que le votaron para presidente. Lo que está haciendo Hajia Turai es peligroso para la democracia.

Yar’Adua está postrado en la cama. Por eso ni siquiera se le ha visto en público desde noviembre del año pasado. Por eso su regreso fue polémico y secreto. Él necesita libertad de los manipuladores.

Si yo fuera Jonathan, bajo el poder que se me ha concedido por la constitución de Nigeria, ordenaría la publicación de la información sobre el estado de salud del presidente, pasase lo que pasase. Esto ayudaría a acabar con el nerviosismo y la confusión sobre el presidente. Y acabaría con las maquinaciones llevadas a cabo por el entorno mafioso del presidente.

Lo que está ocurriendo en Nigeria es una gran lección para África. Tenemos que podar los poderes que las primeras damas y amigotes ejercen detrás de la cortina. Ni siquiera el príncipe Philip, a pesar de ser el consorte de la reina, podría impedir que los británicos vieran a su monarca, simplemente porque comparten una cama. La actitud maliciosa de Turai ha ofendido a los nigerianos.

“Creo que es la gente que le rodea [a Yar’Adua] la que está ganando con esta confusión”, asegura la ministra de Información, Dora Akunyili. “La gente que le rodea hoy le está haciendo lo que no podrían hacer 100 millones de enemigos políticos. La cábala quiere continuar con sus habituales comunicados de “el presidente ha dicho…” y ustedes deben cumplir. Quieren seguir repartiendo instrucciones incluso cuando el presidente no ha dado ninguna”, dijo la ministra que además advierte, “Esta camarilla debería, por favor, dejar de recalentar el sistema y permitir al presidente Yar’Adua que se recupere”.

Esta afirmación muestra hasta qué punto los nigerianos están desesperado y frustrados. Ningún ministro sabe nada sobre la salud de su jefe, ¡simplemente porque a su mujer y a esta cábala no los gusta!

El paroxismo que emana del asunto Yar’Adua no termina en Nigeria. Los Estados Unidos ya han advertido que se debe dejar que Jonathan gobierne solo, hasta que el presidente sea declarado apto para gobernar. Los nigerianos son cautelosos y se negaron. El profesor Itse Sagaay, un experto político de Nigeria ha dicho recientemente que “en ausencia de eso, que lo traigan en una ambulancia y se lo lleven en una ambulancia, a algún otro lugar sin que se le haya podido ver, es tomado simplemente como que sus condiciones son todavía muy malas, en lugar de lo contrario. Y así, esto no hace diferencia en la institución de un presidente en funciones”.

“Deberíamos empezar a pensar sobre cómo poner freno a las mujeres del presidente, camaradas y otros de su clase, como hienas, agentes de poder detrás del presidente o la primera dama. Es importante que Yar’Adua necesite ser liberado de la primera dama y la recua de tres al cuarto de su santuario interior.”

Nkwazi Mhango

Mhango es natural de Tanzania y vive en Canadá. Es periodista, profesor y activista de derechos humanos.

Publicado en el semanal The African Executive, en su nº 10-17 de marzo de 2010.

Fundación Sur.

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