Nigeria ha perdido alrededor de 1.000 personas y casi 30.000 millones de dólares de beneficios en la inestable región del Delta del Níger, según ha informado el presidente del Comité Técnico de la región, Ledum Mitee.
Mitee hizo públicas estas cifras, relativas a los tres primeros trimestres del año pasado, ante la prensa el día 11 de abril, en la presentación del informe que su Comité presentó ante el gobierno federal de Nigeria. “Los ataques a las instalaciones petroleras provocaron cierres y vertidos con las consecuentes pérdidas de beneficios, que se calcula que alcanzan los 20.700 millones de dólares”, declaró citando el informe.
“El coste en miseria humana es incontable, con 1.000 personas muertas entre enero y septiembre del año pasado, y otras 300 secuestradas”, según el informe.
Mitee, abogado y presidente del Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni, MOSOP, lidera el grupo de derechos humanos que ha estado luchando contra la devastación de la tierra de los Ogoni, al sur del Delta del Níger, por la exploración y explotación de petróleo de las compañías petroleras extranjeras.
Su predecesor en MOSOP, Ken Saro Wiwa, un reputado escritor y activista medioambiental, fue ejecutado en noviembre de 2005, junto con otros ocho colegas, tras haber sido condenados de forma polémica, del asesinato de cuatro prominentes jefes tradicionales Ogoni.
Mitee aseguró que las conclusiones del informe muestran que la actual crisis del Delta del Níger podría aumentar con facilidad.
Hace una semana, el grupo armado más grande de Nigeria rechazó la oferta de amnistía hecha por el gobierno, calificándola de “irreal” y acusó al ejército de estar en pié de guerra en la región, rica en petróleo.
El Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger, MEND, aseguró que sólo aceptaría formar parte de un proceso de paz en el que las Naciones Unidas y “mediadores internacionales reputados” tuvieran un papel activo.
“MEND considera la amnistía a cambio de dejar las armas, ofrecida por el presidente Umaru Yar’Adua, como algo poco realista”, declaró el grupo en un comunicado.
Yar’Adua había dicho un día antes que su gobierno estaba “trabajando sobre los términos de concesión de amnistía para aquellos que estuvieran preparados para abandonar las armas”.
En los últimos tres años las actividades de los militantes insurgentes en la región han aumentado, con frecuentes ataques a las compañías petroleras extranjeras, además de una oleada de secuestros de trabajadores extranjeros.
Esta inestabilidad ha reducido drásticamente la producción de petróleo en Nigeria, con una producción diaria que hoy ronda los 1.78 millones de barriles, según la Agencia Internacional de la Energía, comparado con los 2.6 millones de barriles diarios que se producían en 2006.
(IOL, 12-04-09)
