Níger Aissata Bagnan Fall, Madame anticorrupción, por Antonio Molina

2/03/2012 | Bitácora africana

INTRODUCCIÓN

Níger no es una excepción en el fenómeno de la corrupción, pero como en otras partes del mundo hay hombres y mujeres que luchan contra ella.

Al frente de esta lucha en este país del Sahel, que ha vuelto recientemente a la vida civil después de un proceso de transición en el que los militares, por una vez, han cumplido su palabra, se encuentra Aissata Bagnan Fall, presidenta de la Asociación Nigerina de Lucha contra la Corrupción (ANLC). Por todos sus esfuerzos ha sido condecorada como Dama de la Orden del Mérito del Níger.
También estuvo entre las diez candidatas para dirigir la nueva oficina de las Naciones Unidas (ONU Mujer) sobre la promoción de los derechos de la mujer.


DESDE EL CAMPO DE LA SALUD A LA POLÍTICA

Funcionaria superior del Ministerio de Sanidad, la sra. Gagnan Fall no parecía predestinada a luchar contra la corrupción, aunque se ocupaba de combatir otras enfermedades. Sin embargo en 1989 deja la gestión pública para dedicarse a la promoción de la mujer por medio de un proyecto de ayuda a las organizaciones y actividades femeninas financiado por el Fondo Económico de Desarrollo (FED). En la misma época creó su asociación BUNKASSA GED.

De 1991 a 1993 hace una breve incursión en el campo de la política como Ministra de Desarrollo Social, Población y Promoción de la Mujer.
Convencida de que el desarrollo de su país pasaba necesariamente por la lucha contra la corrupción, creó en 2001 la ANLC, que se transformará en la sección nigerina de la ONG Transparencia Internacional.


SUS ACTUALES RETOS

Doña Aissata está finalizando un estudio sobre el Sistema Nacional de Integridad en el Níger, para ayudar a las autoridades a tomar las mejores decisiones en la materia. Está empeñada en la creación de un Centro de Asistencia Jurídica y Acción Ciudadana, para acompañar a la gente honrada y permitirles denunciar posibles casos de corrupción por parte de los funcionarios del Estado y otras personas influyentes en las esferas del poder.

UN COMBATE DIFICIL Y PERSEVERANTE

La señora Fall explica que “nunca es fácil luchar contra la corrupción, pues a menudo significa atacar a intereses privados, con las inevitables reacciones imprevisibles que esto puede suscitar. La corrupción es como una Hidra con varias cabezas, cada vez que se le corta una, salen otras.”

Por este motivo, Aissata en sus estrategias de lucha procura no atacar a los individuos, sino al sistema en sí, a las estructuras de la administración. Por ello pone tanto empeño en reforzar las normas jurídicas y las leyes penales.

CONCLUSIÓN

Níger ha tomado el buen camino para ocupar un lugar digno entre los demás estados del Sahel. Que su ejemplo sea un acicate para que la corrupción vaya desapareciendo de los demás países de su entorno.

PREMIO A CIENTÍFICAS AFRICANAS

Ya que en este artículo hablamos de mujeres que descuellan en África y como hace tiempo que no citábamos a ninguna locomotora, vamos a mencionar brevemente a las cinco mejores investigadoras africanas que en septiembre pasado recibieron el Premio de la Unión Africana de las Ciencias. Este galardón es concedido para promover la participación de las mujeres en el desarrollo científico del continente.

Las kenianas Mirilla Grace Adira, (profesora de Farmacología y Salud Pública) y Abukutsa Mary Oyiela Onyango (profesora de Biología), la surafricana Hassina Mouri (presidenta de la Organización Internacional de Geología), la burkinesa Geneviève Barro Kabré (profesora de Matemáticas) y la senegalesa Salimata Wade (bióloga y nutricionista) recibieron de manos del presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping, una medalla de plata, un diploma y un cheque de 20.000 $ USA.

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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