Cuatro mujeres africanas que trabajan en distintas latitudes del continente negro en el ámbito de los derechos de las mujeres, de la infancia y de la paz en contexto de conflicto son las ganadoras de la XVI edición del Premio Internacional Navarra a la Solidaridad. El fallo del galardón, al que este año optaban 13 candidaturas y que está dotado con 25.000 euros, fue anunciado ayer y se espera que la ceremonia de entrega pueda celebrarse en noviembre.
Theresa Kachindamoto, Hulo Guillabert, Victoria Nyanjura y Oumou Sall-Seck conforman la candidatura conjunta ‘Mujeres Africanas y Derechos Humanos en África’ que ha seleccionado el jurado de entre las 13 candidaturas recibidas este año. Ha sido propuesta por Casa de África, un consorcio con sede en Las Palmas de Gran Canaria y que cuenta con participación del Ministerio de Exteriores y de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo.
El jurado ha estado presidido por Miguel Induráin Larraya, que fue quien dio a conocer ayer el resultado, junto con el vicepresidente Miguel Laparra y el director territorial de Laboral Kutxa, Javier Cortajarena. Los otros finalistas han Tun Khin (Presidente of Burmese Rohingya Organisatión UK) y The Halo Trust, organización especializada en la eliminación de minas antipersonas en países en conflicto o post-conflicto.
Victoria Nyanjura, ugandesa: Una infancia robada por los paramilitares
Según la activista ugandesa Victoria Nyanjura, de 36 años, los gobiernos, en vez de proteger a su población, han permitido que les fuera arrebatada su infancia. Como le sucedió a ella, que fue secuestrada junto a otro centenar de chicas por un grupo paramilitar que se hace llamar Ejército de Resistencia del Señor (LRA), cuando tenía 14 años y se encontraba en el St Mary’s College. Permaneció como prisionera durante 8 años antes de poder escapar y fue obligada a contraer matrimonio con un comandante de la milicia. En 1997 fue trasladada a Sudán del Sur y sometida a toda clase de torturas. Vivió a la intemperie, dio a luz sin asistencia médica a sus dos hijos, y sufrió toda clase de vejaciones a manos de los militares.
Theresa Kachindamoto, de Malaui: Contra el matrimonio infantil en Malaui
Es la gobernadora de Dezda, uno de los distritos de Malaui más poblados y su lucha está enfocada a erradicar el matrimonio infantil. En sólo 3 años ha logrado detener más de 2.000. También trabaja para hacer frente a los rituales de iniciación sexual en niñas y adolescentes. “Considero el matrimonio infantil una tradición anticuada y perjudicial para el propio niño y niña y para mi país, Malaui, en contra de los derechos humanos, principalmente el derecho a la educación. Nuestra tradición demuestra que cuando una niña se casa, abandona la escuela y automáticamente se muda a la casa de su esposo, donde su tarea es cuidar a los hogares y a sus hijos”, reflexiona Kachindamoto.
Oumou Sall-Seck, de Malí: Política experta en mujer y extremismos
Elegida por primera vez alcaldesa de Goundam en la región de Tombuctú (Malí) en julio de 2004 y reelegida en 2009, Oumou Sall-Seck está comprometida en la reconstrucción de Malí, con un enfoque en el que se revela esencial el papel de la mujer en la sociedad y en el campo de la política. A Oumou Sall-Seck se le impide ejercer su función de alcaldesa en abril de 2012 a agosto de 2013, debido a la ocupación yihadí de parte de Malí. En los años 2012 y 2013 se dedicó a los ámbitos de la lucha contra la violencia en África Occidental y el Sahel; la reconciliación y el diálogo y transfronteriza e interregional. Ha participado en consultas de Naciones Unidas. Actualmente ejerce como embajadora de Malí en Alemania.
Hulo Guillabert, senegalesa: Defensora de los derechos de los niños talibés
Esta senegalesa es defensora de los derechos de los niños, especialmente de los niños mendigo (talibés) víctimas de la trata en Senegal. Ha vivido en diferentes partes del mundo (Senegal, Costa de Marfil, Francia, Isla de la Reunión, Quebec…) mientras permanece arraigada a sus raíces africanas. Después de una consultoría en empresas francesas, se embarcó en la creación de una editorial dedicada mostrar la fuerza del continente africano. Regresó a Senegal en 2012 y fundó el espacio cultural y la galería de arte Nubi Artes de Dakar. Profundamente panafricana, es una activista de la Renaissance Africaine y de su Revista Bonnes Nouvelles d’Afrique en Internet y de los Encuentros de África Conciencia.
Ainhoa Piudo
Fuente: Diario de Navarra
[Fundación Sur]
Artículos relacionados:
– La consideración de la mujer en la Cabilia
– Kenia: El ejército no acepta a mujeres reclutas
– El ejército de Senegal contará con el 10% de mujeres de aquí a 2022
– Las chicas son guerreras , por Ruth Fernández Sanabria
– Mutilación genital, un dolor de más 200 millones de niñas y mujeres
– Campaña para reducir la mortalidad materna en África lanzada en la capital de Cabo Verde , Praia
– Nuevo hospital materno-infantil en Costa de Marfil
– Mujeres en Etiopía, el difícil camino de la emancipación
– Movimientos feministas etíopes y el papel del Colectivo Setaweet
– La presidenta de Mauricio no dimite
– La presidenta de Liberia Ellen Johnson Sirleaf primera mujer elegida presidenta de la Cedeao
– Sudán pide garantizar los derechos de las mujeres en África