Namibia sufre actualmente su peor sequía en un siglo, lo que ha provocado la declaración del estado de emergencia. Para hacer frente a la crisis, el gobierno ha elaborado un plan nacional que está provocando debate, sobre todo por la decisión de sacrificar alrededor de 700 animales salvajes en los parques nacionales, entre ellos hipopótamos y búfalos. El gobierno justifica esta medida por la necesidad de reducir la presión sobre los pastos y los recursos hídricos, compartiendo estos recursos limitados con las comunidades locales.
Sin embargo, esta decisión no cuenta con un apoyo unánime. Los detractores de esta política de sacrificio subrayan la importancia de explorar otras vías, como la conservación de los ecosistemas y las estrategias de gestión de la crisis alimentaria. La ONG local Elephant Human Relation Aid ha criticado el plan y solicitado soluciones alternativas. Se ha lanzado una petición en change.org, que ha reunido más de 2.600 firmas en pocos días, lo que demuestra la creciente oposición a esta iniciativa. La situación de Namibia plantea la cuestión crucial del equilibrio entre proteger la biodiversidad y garantizar la seguridad alimentaria de las comunidades locales, una cuestión que requiere atención urgente y soluciones innovadoras.
Autor: Habib Tizi
Fuente: Afrive
[Traducción y edición, Paloma Vázquez]
[CIDAF-UCM]