Namibia necesita que sus artesanos se desarrollen

23/02/2017 | Crónicas y reportajes

La juventud de Namibia y, más concretamente, de Ongwediva podría, a través de la formación profesional y técnica, aprender las habilidades necesarias para fabricar bienes de consumo de forma local y ayudar al país a reducir su factura de importación.

valombola_vocational_training_centre.jpg«Algunos namibios tienen que viajar lejos, más allá de las fronteras africanas, para comprar ropa y otros bienes. ¿Por qué no fabricamos nosotros esos bienes en lugar de importarlos? Esta es la pregunta que hizo Freddy Nghiwewelekwa, uno de los instructores de Valombola, en la inauguración del Centro de Formación Profesional de Valombola (VVTC, por sus siglas en inglés).

Nghiwewelekwa explicó que la alta tasa de desempleo entre los jóvenes de Namibia está ligada a la tendencia que existe a infravalorar la formación profesional. Esto, dice, se exacerba aún más por la tendencia a exportar materias primas de forma cruda a otros países, donde se utilizan para crear empleos y riqueza.

Como muchos otros, Nghiwewelekwa sugirió que Namibia debería agregar valor a sus recursos minerales y otros materiales y, de esta manera, crear empleos y riqueza. También señaló que a menudo son empresas extranjeras las que llevan a cabo los grandes proyectos de construcción. Estas empresas sólo emplean a trabajadores manuales para que desempeñen tareas ordinarias como entregar ladrillos y morteros y empujar carretillas. «Estos trabajadores ganan poco, mientras que la mayor parte de los ingresos de estos grandes proyectos va a países extranjeros», añadió.

Nghiwewelekwa reiteró que a través de la formación profesional Namibia podría educar y dar mejores oportunidades a su juventud, reduciendo a su vez la factura de importación. En cuanto al valor de la formación profesional, al instructor le apasiona la idea de equipar y entrenar bien a los aprendices para que puedan fabricar los bienes que necesita la gente en Namibia, de modo que los puedan comprar, en lugar de tener que importarlos. «Con la intensificación de la formación profesional, Namibia pronto podrá tener sus propios expertos. Éstos podrán también trabajar en grandes proyectos en otros países y, de este modo, enviar ingresos a casa. Namibia será uno de esos países que exportarán expertos a otras tierras, en lugar de importar conocimientos especializados, como ocurre ahora», enfatizó.

Nghiwewelekwa cree que los graduados en formación profesional a menudo no entran en el mercado como demandantes de empleo, sino como creadores de empleo. De esta manera ayudarán a ampliar la base impositiva, a partir de la cual el gobierno obtendrá ingresos para seguir desarrollando el país.

Nghiwewelekwa animó a los aprendices que llenaron el centro polivalente de Sam Nujoma en Ongwediva durante la inauguración oficial a trabajar duro y a tener claro que con la formación profesional pueden alcanzar todos sus sueños. «Continuad haciendo frente al desafío que supone terminar su entrenamiento. Esperamos de vosotros trabajo duro y dedicación. No olvidéis que los entrenadores le guiarán a través de su experiencia profesional, pero que es vuestra responsabilidad asimilar y entender lo que os enseñan», dijo Nghiwewelekwa, animando a los alumnos.

Tres mujeres jóvenes que están realizando estudios de fontanería contaron su experiencia: “Los días en los que la formación profesional se consideraba un lugar de desecho, donde acababan los menos privilegiados, han desaparecido”, explicaron. También se han ido los días en que la formación profesional era un dominio exclusivo de los hombres. «Estoy aquí haciendo un curso de fontanería, de modo que cuando termine tendré la oportunidad de montar mi propia empresa, que ofrecerá servicios a la comunidad y creará empleo», dijo entusiasmada Justina Shilongo. Hilja Amutenya y Dortea Iita mostraron su acuerdo con Shilongo y alentaron a otros jóvenes, especialmente a las mujeres, a inscribirse a la formación profesional.

El Centro de Formación Profesional de Valombola alberga a unos 1.000 alumnos; de estos, la mitad son mujeres, aunque parece que en un futuro habrá más mujeres inscritas que hombres.

Sakaria Kadhikwa

New Era

[Traducción, Clara Esteban García]

[Fundación Sur]

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