El escritor y fotógrafo berlinés, Burkhart Rüchel, está recorriendo Namibia, desde mediados de marzo, en bicicleta.
Con el sudor goteando de su frente, la camisa y los pantalones cubiertos de arena y polvo, habiendo perdido la suela de un zapato y con la rueda trasera de su bicicleta rota, el escritor y fotógrafo alemán Burkhart Ruchel llegó, el sábado de la semana pasada, a Swakopmund, un poco agotado pero de bastante buen humor después de haber sobrevivido con éxito el calor del Namib.
A su llegada a Windhoek el berlinés tuvo inicialmente problemas ya que su bicicleta no había llegado con el mismo avión. Pero si lo hizo en el siguiente vuelo por lo que pudo empezar su gran aventura sin demasiada demora. Desde Windhoek se dirigió pedaleando, en primer lugar a Okahandja y posteriormente pasando por Gros Barman a Otjimbingwe». Siempre que es posible, conduzco por carreteras secundarias», dice, » porque con el tráfico que hay en Namibia, es realmente peligroso conducir por las carretera asfaltadas.
La mayoría de los conductores locales no saben lo que se están perdiendo con todo ese frenesí. Con la bicicleta llega uno igualmente a su destino y durante todo el recorrido se van viendo muchas cosas que de otra manera pasarían desapercibidas «, dice.
Este historiador aficionado escribe regularmente artículos técnicos para la plataforma de Internet Wikipedia, y la antigua capital del estado era uno de sus objetivos previstos, con el fin de investigar sobre el propio terreno. Pasó una semana entera en esta histórica ciudad que, aún hoy en día, sigue estando llena de historia; «Y, además, la gente es muy amable y servicial» dice él.
“Y entonces llegó el desierto interminable», continúa diciendo este trotamundos. «Necesité más de dos días para recorrer la distancia que media entre Otjimbingwe y Walvis Bay y además había subestimado completamente el calor del desierto. Es simplemente imposible conducir durante las horas del mediodía y muchas veces tuve que parar a descansar a la escasa sombra que me proporcionaba mi bicicleta y que había improvisado con una de mis maletas y una camisa. También había infravalorado la necesidad de agua y alimentos. Cuando por fin llegué a Walvis Bay, la playa y las olas del mar fueron una verdadera delicia».
Así llegó finalmente el veterano de 48 años a Swakopmund, durante el fin de semana, con multitud de problemas con sus juegos de ruedas y todos los talleres cerrados. Pero los habitantes de Swakopmund sabían dónde encontrar ayuda de inmediato: Jürgen «Chappies», un apasionado ciclista que ha construido en su garaje un pequeño taller.
A las pocas horas la bicicleta de Rüchel volvía a estar en perfecto estado e incluso limpia y recién engrasada. «Esta hospitalidad y generosidad sería sólo un sueño en la Alemania actual», dijo el berlinés que se quedó durante dos días más en la hospitalitaria costa.
Pero viajar a través de Namibia en bicicleta no es la primera gran aventura de Burkhart Rüchel ya que hace cuatro años fue pedaleando desde Alemania a Jerusalén», 5.900 kilómetros paso a paso a través de Europa y Asia fue una experiencia fabulosa.
El camino de vuelta a través de los Alpes fue mi mayor desafío», dice, «porque con la bicicleta no puedes ir subiendo las colinas. Tienes que subir a pie e ir arrastrando la bici. Dado que uno inevitablemente a la vuelta tiene más equipaje, aprende el auténtico significado de la palabra: paso a paso”.
En comparación fue casi fácil viajar en bicicleta a través del desierto de Namibia, a pesar del calor abrumador del desierto y un paisaje donde sólo hay piedras y arena.
Mientras tanto Rüchel se encuentra de nuevo camino a Windhoek vía Arandis, Usakos, Karibib y Okahandja. “Sin duda quedan muchas cosas emocionantes que descubrir hasta que vuelva a subir al avión de vuelta a casa a mediados de abril», dice Burkhart Rüchel.
Y a finales de año Namibia volverá a estar, casi seguro, otra vez en mis planes.
Konny von Schmettau
Allgemeine Zeitung (Namibia)
