Sudán del Sur debería acabar con la violencia sexual relacionada con el conflicto para asegurar el funcionamiento de la protección especial por violencia de género y permitir a la policía detener y juzgar a los culpables, ha informado Naciones Unidas en un informe preparado para ser presentado ante el Consejo de Seguridad el pasado 15 de mayo.
El informe revisa 13 escenarios de conflictos, cuatro países con situaciones postconflicto y dos escenarios adicionales que provocan preocupaciones, acusando al gobierno y a actores no gubernamentales por cometer o ignorar las violaciones y otras formas de violencia sexual.
En 2016 se sigue usando la violencia sexual como táctica de guerra, con violaciones en masa generalizadas realizadas por diversos bandos de los conflictos armados, normalmente simultaneamente con otros crímenes como asesinato, saqueo, desplazamientos forzados y detenciones arbitrarias.
«La naturaleza estratégica de la violencia fue evidente en la selección de víctimas pertenecientes a grupos étnicos, religiosos o políticos opositores, con un patrón similar a otros crímenes realizados en el contexto del conflicto. La verguenza y el estigma son una parte integral de la lógica del empleo de la violencia sexual como arma de guerra o terrorismo: los agresores saben que con este tipo de crimen convierten a las víctimas en marginadas, destruyendo los lazos familiares y étnicos que articulan a las comunidades» añade el informe
Naciones Unidas ya dio en el pasado informes terribles de asesinatos de civiles y el crecimiento de grupos armados que violan a niñas y mujeres que han buscado refugio en los campamentos de protección de civiles de Naciones Unidas. Por ejemplo, en 2016 un informe de la misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) documentó 577 incidentes relacionados con la violencia sexual, incluyendo violaciones y esclavitud sexual.
Los supervivientes incluyen 57 niñas, muchas de las cuales tenían menos de 10 años de edad, con dos teniendo menos de un año. Además, el informe recoge 157 casos de matrimonios forzados por parte de actores estatales y no estatales: » Las tendencias señalan un preocupante aumento en el número de violaciones, con un 20% más de víctimas buscando ayuda después de un asalto sexual. Durante el periodo analizado se vio un aumento del 32% del número de casos de violencia de género perpetrados por hombres con uniformes».
El informe dice que la mayor oleada de crímenes se dio en Julio de 2016 debido a las hostilidades activas. Los ataques étnicos, junto con aquellos a mujeres embarazadas, niños y ancianos, violando los tabús sociales, indican que la violencia sexual está siendo usada como parte de una estrategia de respuesta con el objetivo de castigar a las comunidades.
Citados en un número elevado de violaciones se encuentran los miembros del Cuerpo de Policía de Sudán del Sur. Por ejemplo, de los casos analizados por la UNMISS, 217 fueron cometidos entre el 8 y el 25 de julio, la mayoría en puestos de guardias del Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés.
A pesar de las medidas preventivas de la UNMISS, la violencia sexual relacionada con el conflicto prosigue en las cercanías de los campamentos de protección de civiles, añadió el informe. Los sucesivos acuerdos de paz desde 2014 han fallado en acabar con el comportamiento de los combatientes, y la violencia sexual continua incrementando la inseguridad y retrasando la paz y la reconciliación.
Fuente: Sudan Tribune
[Traducción y edición, Fernando Martín]
[Fundación Sur]
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