«El amargo conflicto y el deterioro de las condiciones humanitarias en Sudán del Sur están desplazando a la gente de sus hogares en números nunca vistos», dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, en un comunicado emitido conjuntamente por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Según la ONU, la situación en Sudán del Sur continúa empeorando, con una combinación de conflicto, sequía y hambruna que conduce a nuevos desplazamientos y a un rápido éxodo de personas que huyen de una de las crisis más graves del mundo.
Sudán del Sur se ha convertido en la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en el mundo, con más de 1,8 millones de refugiados, incluyendo un millón de niños, que han buscado seguridad en Uganda, Sudán, Etiopía, Kenia, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana.
«El sufrimiento de los sudaneses del Sur es simplemente inimaginable. Los trabajadores humanitarios a menudo no pueden llegar a las personas más vulnerables y hambrientas. Muchos están muriendo de hambre y enfermedades, y muchos más han huido de su patria buscando seguridad en el extranjero» dijo el Director Ejecutivo del PMA, David Beasley.
Las agencias humanitarias buscan 1.400 millones de dólares para proporcionar una ayuda vital a los refugiados sudaneses en los seis países vecinos hasta finales de 2017, según un plan de respuesta actualizado presentado esta semana en Ginebra. Pero el plan hasta el momento solo está financiado al 14%. «Nuestros problemas de financiación nos obligaron a recortar las raciones de comida a muchos refugiados en Uganda», dijo Beasley. Sin embargo, con una grave insuficiencia de fondos, las agencias humanitarias están luchando para proporcionar alimentos, agua, apoyo nutricional, refugio y servicios de salud a los refugiados.
Las comunidades que albergan refugiados están entre las más pobres del mundo y están bajo una inmensa presión, dijo el organismo mundial en su comunicado conjunto. Gradi declaró que «Ayudar a los refugiados no es sólo proporcionar ayuda de emergencia.También significa apoyar a los gobiernos y las comunidades de los países vecinos para reforzar los servicios y las economías en las áreas que los reciben».
Sudán del Sur ha sido testigo de nuevos enfrentamientos entre las fuerzas leales al presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y la facción de oposición armada (SPLM-IO) respaldando al exprimer vicepresidente del país, Riek Machar, a pesar del acuerdo de paz de agosto de 2015.
Fuente: Sudan Tribune
[Traducción y edición, Fernando Martín]
[Fundación Sur]
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