La inseguridad alimentaria aguda va aumentar tanto en magnitud como en gravedad en 22 países y territorios, según un nuevo informe de las Naciones Unidas. El informe advierte que la expansión del conflicto, particularmente en el Medio Oriente, junto con factores de estrés climáticos y económicos, está empujando a millones de personas al borde de la desesperación. El informe destaca las repercusiones regionales de la crisis en Gaza, que ha sumido a Líbano en conflictos, y advierte que el patrón climático de La Niña podría afectar los climas hasta marzo de 2025, amenazando los sistemas alimentarios frágiles en regiones ya vulnerables.
El informe llama la atención sobre la hambruna en el campamento de Zamzam en el norte de Darfur y el riesgo de hambruna en otras áreas de Sudán, el riesgo persistente de hambruna en Palestina (Franja de Gaza) y los niveles catastróficos de inseguridad alimentaria aguda en Haití, Malí y Sudán del Sur. Advierte que, sin una acción humanitaria inmediata y esfuerzos concertados para superar las severas limitaciones de acceso y resolver los conflictos en curso, es probable que aumente la inanición y la muerte.
El informe, titulado «Puntos críticos de hambre – Alertas tempranas de la FAO y WFP sobre la inseguridad alimentaria aguda», emitido hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP), llama a una acción humanitaria urgente para salvar vidas y medios de subsistencia y prevenir el hambre y la muerte en puntos críticos donde el hambre aguda corre un alto riesgo de empeorar entre noviembre de 2024 y mayo de 2025.
En total, 22 países/territorios están clasificados como «puntos críticos de hambre», donde se espera que los altos niveles de inseguridad alimentaria aguda se deterioren aún más debido a la combinación de conflictos, inestabilidad económica y choques climáticos durante el período de proyección. Sin intervención inmediata, incluido un aumento en la financiación para la asistencia alimentaria y de medios de vida, se espera que cientos de miles más de personas enfrenten hambre extrema en los próximos meses.
QU Dongyu, director general de la FAO, declaró:
“La situación en los cinco puntos críticos de hambre de mayor preocupación es catastrófica. Las personas están experimentando una falta extrema de alimentos y enfrentan una inanición prolongada sin precedentes alimentada por conflictos en aumento, crisis climáticas y choques económicos. Si queremos salvar vidas y prevenir el hambre aguda y la desnutrición, necesitamos urgentemente un alto el fuego humanitario y restaurar el acceso y la disponibilidad de alimentos altamente nutritivos, incluyendo reactivar la producción local de alimentos. Pero esto por sí solo no es suficiente; necesitamos estabilidad y seguridad alimentaria a largo plazo. La paz es un requisito previo para la seguridad alimentaria. Sin paz y estabilidad, los agricultores no pueden cultivar alimentos, cosechar ni mantener sus medios de subsistencia. El acceso a alimentos nutritivos no es solo una necesidad básica, es un derecho humano fundamental”.
Cindy McCain, directora ejecutiva de WFP, informó:
“A nivel mundial, los conflictos están escalando, la inestabilidad económica está aumentando y los desastres climáticos se están convirtiendo en la nueva norma. Con un apoyo político y financiero más efectivo, los humanitarios pueden y seguirán implementando soluciones comprobadas y escalables para abordar el hambre y reducir las necesidades a largo plazo […] Es hora de que los líderes mundiales actúen y trabajen con nosotros para llegar a los millones de personas en riesgo de inanición, brindando soluciones diplomáticas a los conflictos, utilizando su influencia para permitir que los humanitarios trabajen de manera segura y movilizando los recursos y asociaciones necesarios para detener el hambre mundial de raíz”.
Se espera que los efectos del patrón climático de La Niña, que se anticipa impactará los climas globales desde noviembre de 2024 hasta marzo de 2025, exacerben aún más algunas de las crisis alimentarias. Mientras que algunas áreas pueden beneficiarse de condiciones agrícolas mejoradas, es probable que La Niña cause inundaciones devastadoras en países como Nigeria y Sudán del Sur, y que contribuya a condiciones secas en Somalia, Kenia y Etiopía. Estos eventos climáticos extremos amenazan los sistemas alimentarios ya frágiles, poniendo a millones en riesgo de hambre.
El informe enfatiza que una acción temprana y específica es esencial para prevenir el deterioro de la crisis y evitar una mortalidad masiva relacionada con el hambre. La FAO y WFP están instando a los líderes mundiales a priorizar la resolución de conflictos, el apoyo económico y las medidas de adaptación climática para proteger a las poblaciones más vulnerables del borde de la hambruna.
Hallazgos clave
Según el informe, Palestina, Sudán, Sudán del Sur, Haití y Malí siguen en el nivel de alerta más alto y requieren la atención más urgente. El conflicto es el principal impulsor del hambre en todas estas áreas. Todos los puntos críticos de mayor preocupación tienen comunidades que ya enfrentan o están en riesgo de hambruna o enfrentan condiciones catastróficas de inseguridad alimentaria aguda.
Chad, Líbano, Myanmar, Mozambique, Nigeria, la República Árabe Siria y Yemen son puntos críticos de muy alta preocupación, con un gran número de personas enfrentando inseguridad alimentaria aguda crítica, junto con factores que empeoran y se espera que intensifiquen aún más las condiciones de amenaza en los próximos meses.
Desde la edición anterior del informe de Puntos Críticos de Hambre (junio de 2024), Kenia, Lesoto, Namibia y Níger se han unido a la lista de puntos críticos de hambre, junto a Burkina Faso, Etiopía, Malaui, Somalia, Zambia y Zimbabue, donde es probable que la inseguridad alimentaria aguda se deteriore aún más durante el período de proyección.
Fuente: Programa Mundial de Alimentos
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