Como cada año, millones de marroquíes, argelinos y tunecinos deciden no ayunar durante el mes de Ramadán, por rebelión o por convicción.
Túnez, como el conjunto de los países musulmanes, vive al ritmo del Ramadán. Pero en este país donde el Islam es la principal religión, algunos han decidido no ayunar. Son raros los restaurantes abiertos en pleno día. Ésta es la razón por la que estos tunecinos comen con total discreción.
Algunos, simplemente, no son creyentes, a semejanza de Seif. Este estudiante sólo ayunó una vez en su vida, al contrario que el resto de su familia. “Hay que ser verdaderamente discreto”, explica. “Debo respetar a la gente, no hay que comer ni beber delante de ellos”. “No tengo problema porque no como en casa y es mi madre la que me prepara todo. Mi madre lleva velo, y sin embargo ello no supone una cuestión conflictiva”, nos cuenta. “El único problema” lamenta, “es que no encuentro alcohol durante el Ramadán, y no puedo entrar en un bar”,
Incluso si Seif quisiera explicar públicamente su decisión, su objetivo no sería provocar. Ya que, aunque la libertad de conciencia está contemplada en la nueva Constitución, vivirla plenamente, no es tan simple. “Me encanta el ambiente del Ramadán cuando la familia se reagrupa en la misma mesa y todos cenan juntos. Yo no le digo a mi familia que no hago el Ramadán para evitar herirles, es un poco tabú. La sociedad no está preparada para eso, ¡qué pena!”, cuenta, según RFI (Radio France International).
Cuando almorzar puede llevarte a la cárcel.
En Marruecos, el artículo 222 del Código Penal marroquí prohíbe a los marroquíes romper públicamente el ayuno durante el mes de Ramadán, y esto, seas creyente o no, a riesgo de ser detenido. Sin embargo en algunas provincias del reino, en particular, las del sur, no se preocupan mucho de ayunar durante el Ramadán. Igual que en Túnez, donde hay que aislarse para almorzar. Existe sin embargo un movimiento que defiende el derecho a no comer durante este mes sagrado para los musulmanes. Se trata del llamado “Masayminch” (nosotros no ayunamos, ndlr), creado en 2012 por el Movimiento Alternativo para las Libertades Individuales (MALI).
El MALI había realizado su famosa salida en septiembre de 2009, un día de Ramadán, para ir de picnic en público, antes de que se lo impidieran las fuerzas del orden. Ya, en los años sesenta, un grupo de jóvenes, hijos de ministros y diputados, se reunieron en el Café Chergui en Rabat, con la misma intención. En aquella época, la ley ya era intransigente, y fue una carta de disculpa la que los salvó del bonito mundo de las diligencias judiciales. Este año, aún no ha sido filtrada ninguna información sobre las eventuales acciones a llevar a cabo. Parece, por otro lado, que el movimiento “Masayminch” ya no es tan activo como en 2012, año durante el cual el grupo inspiró a tunecinos y egipcios. La página de Facebook del grupo, en cambio está siempre abierta. ¿Organizan una acción secreta?
Desayunar en público.
Del lado de Argelia, los habitantes de Tizi Ouzou contaron que organizaron dos desayunos en la mañana del jueves 3 de julio, en pleno centro de la ciudad, y otro el 5 de julio en la ciudad de Béjaïa. Los organizadores hicieron saber que su acción se enmarca “en una libertad individual” e hicieron un llamamiento a las autoridades para abrir los restaurantes y los cafés durante todo el mes de Ramadán.
El último año, estas mismas personas, pertenecientes all movimiento separatista dirigido por Farhat Mahni, había sufrido un gran rechazo por parte de los ciudadanos al intentar organizar una comida en pleno centro de la ciudad. ¿Conseguirán almorzar este año?
¡El Ramadán a toda costa!
En el momento en que algunos intentar almorzar en público en los países musulmanes, otros, al contrario, tratan de ayunar, a duras penas. Es el caso de los musulmanes de la región de Xinjiang, en el noroeste de China, donde las posibilidades de hacer el ayuno del Ramadán son limitadas. Una ONG denunció desde el extranjero el comportamiento de las autoridades chinas que prohibieron a los funcionarios, profesores y estudiantes musulmanes tomar parte en las prácticas religiosas tradicionales asociadas el mes sagrado musulmán, según instrucciones publicadas por diversas páginas web gubernamentales. Estas restricciones se aplican también tanto a los funcionarios en activo como a los que están jubilados. Las personas que comen públicamente son consideradas ejemplares.
La comunidad musulmana de esta región, los uigures, se muestra hostil a la tutela de Pekín. Muchos uigures denuncian la represión cultural y religiosa infligida por el país en su contra. Sin embargo, la región de Xinjiang cuenta con más de 9 millones de uigures, musulmanes turcófonos.
El Congreso Mundial Uigur, destacado en Múnich, Alemania, y considerado por Pekín como una organización “separatista”, mediante su portavoz, advirtió que estas nuevas “medidas coercitivas, que estringen el culto religioso de los uigures, desembocarán en más conflictos”, según informa la web francesa, Fait-Religieux, (Hecho religioso).
Fouâd Harit
Afrik Com.
