“No saben cómo hacer frente a los problemas y buscan chivos expiatorios, que son los extranjeros, los más débiles”. El padre José Rebelo, director de la revista de los misioneros combonianos en Sudáfrica ‘Worldwide’, explica lo que pasa a la MISNA, mientras miles de personas desfilan por las calles de la ciudad de Durban para decir “no” al racismo y a la violencia xenófoba.
Fotografías difundidas por los medios sociales muestran una marcha nutrida y colorida en la que participan representantes de las Iglesias y de la sociedad civil. “La manifestación es un signo importante –dice el padre Rebelo– porque la situación en Sudáfrica hoy es realmente compleja”.
En los actos de violencia que estallaron en los últimos días en Durban, en el suroeste del país, perdieron la vida por lo menos cinco personas. Las víctimas son migrantes llegados del Congo y de otros países africanos, al igual que en el 2008, cuando los muertos fueron más de 60. Miles de personas se vieron obligadas en estos días a huir de sus casas y trasladarse a campamentos de tiendas levantados por el municipio.
Es de hoy la noticia de que al Comisión Sudafricana de Derechos Humanos, un ente ligado al gobierno, está evaluando dos incitaciones al odio del rey zulú Goodwill Zwelithini. Lo acusan de que algunas de sus frases habrían contribuido a encender la violencia.
MISNA (Fundación Sur)