Dina Wassef conduce motocicletas por las calles de Egipto desde 2010.
¿Es extraño que una mujer conduzca una moto en Egipto?
Ya no lo es tanto, pero cuando Dina Wassef comenzó a conducir, hace unos 14 años, era algo casi impensable. Egipto es un país conservador, donde es poco común ver mujeres en motocicletas. En 2010, Wassef comenzó a montar en público, desafiando la tendencia en el país que excluía a las mujeres de hacer ciertas cosas, como andar en público en motocicletas y bicicletas. Cuando Dina comenzó a conducir en público era tan inusual ver a una mujer en motocicleta en ese momento que muchas personas se detenían para hacerla fotos.
¿Qué impulsó a esta mujer a montar en motocicleta?
Dina Wassef consiguió trabajo como vendedora en Harley-Davidson, un fabricante de motocicletas de propiedad estadounidense. Nos dice: «Cuando comencé en Harley-Davidson en Egipto, estaba muy intrigada por las motocicletas que se suponía que debía vender. No dejaba de preguntarme, ¿cómo puedo convencer a la gente de que compre la motocicleta si no la estoy conduciendo?» Así que decidió aprender a conducir una motocicleta. Tomó lecciones después del trabajo y compró su primera moto en 2009. Fue una de las primeras mujeres en Egipto en andar en motocicleta públicamente, según un informe de Women of Egypt Magazine.
¿Cuál ha sido el resultado de su osadía?
Ahora hay más mujeres motociclistas en las calles de Egipto y grupos que las enseñan y las alientan a conducir varios tipos de motocicletas, incluyendo el escúter. Varías mujeres han creado grupos de mujeres motociclista en las principales ciudades de Egipto. Una de las principales razones por las que las mujeres ahora están recorriendo las carreteras con motocicletas y patinetes es para controlar el caótico tráfico de las grandes ciudades. Según un informe del Banco Mundial, con una población de 104 millones, los volúmenes de tráfico oscilan entre 3.000 y 7.000 vehículos por hora en las principales carreteras del Cairo y de otras grandes ciudades. Las motocicletas y los escúteres son una forma rápida y asequible de llegar a su destino.
¿Acepta la sociedad esta práctica de las mujeres?
La mentalidad ha cambiado sustancialmente, aunque todavía se den resistencias. Para Dina Wassef, que ha estado conduciendo una motocicleta durante aproximadamente 12 años, está muy claro que las mujeres interesadas en aprender deberían hacerlo independientemente de los estereotipos sociales.
Bartolomé Burgos
[CIDAF-UCM]