Una asignatura pendiente
A pesar de los cambios producidos en la última década en África, la gran brecha que existe, entre los países del Norte y Sur, en el dominio de las Técnicas de la Información y de la Comunicación, no hace más que agrandarse, agrandando al mismo tiempo, la brecha social. En este, como en otros dominios, las mujeres africanas se enfrentan con mayor desventaja que los hombres para acceder a ellas y más aún cuando se trata de hacerlo de forma activa. Por ejemplo en los países de África francófona, la presencia de mujeres en la radio, la televisión, y los periódicos los es mucho menor que el de varones y el papel que juegan menos importante. Según el estudio Situación del rol de las mujeres en los medios de África Occidental, realizado por el Instituto Panos, las mujeres son apenas el 21% de los trabajadores en Mali, 20% en Senegal, 19,6% en Togo, y 11,7% en Burkina Faso. Pocas mujeres están en puestos relevantes, la mayoría ocupan puestos subalternos. En el año 2000 había en Mali 64 radios, que empleaban 273 mujeres, de ellas el 98 % eran locutoras y secretarias, sólo había una directora y 10 programadores. La situación es muy parecida en los otros países de la región (Informe de AMARC-Asociación Mundial de Radios Comunitarias-) En 2009 no se aprecian cambios sensibles en la región y según los resultados del informe publicado en África News el 16-09-09, la situación en África del Este, no es mucho mejor.
Medios de comunicación y cambios sociales para la mujer
Más de una vez, las mujeres africanas se han quejado de la imagen que de ellas transmiten los medios de comunicación. Imagen cargada de estereotipos, prejuicios y tópicos tradicionales que refuerzan las ideas negativas que sobre ellas se tiene, sobre todo de aquellas que luchan contra costumbres que las oprimen. Pero, por otra parte, no se puede negar el papel jugado por los medios para sensibilizar sobre costumbres y situaciones injustas que las oprimen. A ellos se deben muchos de los cambios sociales que se van produciendo. Por ejemplo en lo que toca a matrimonios precoces, la libertad de elección de matrimonio, la ablación o mutilación genital femenina y otras violencias. En muchos países, a pesar de las resistencias, como en Malí, ya se han promulgado leyes más justas, aunque los cambios sociales en muchos casos vayan a remolque de las leyes.
Un ejemplo significativo
Durante casi medio siglo he sido testigo de cambios que benefician a las mujeres africanas. Los más rápidos se han producido en relación a la ablación. En pocos años esta cuestión ha pasado, en bastantes países, de ser un sujeto tabú del que no se hablaba, a ser sujeto de debate y objeto de leyes que la prohíben. Junto a animadoras sociales y educadoras de Burkina Faso, he podido comprobar la importancia de la radio, videos y películas en la lucha contra ella. Al principio de esta lucha, hace a penas treinta años, un 70% de la población femenina de Burkina Faso declaraba haber sufrido esta práctica, en 2008 lo hacía un 59% y había disminuido considerablemente entre las más jóvenes. Pero, a pesar de la ley que prohíbe la ablación desde 1996, y de los 8 mil comités rurales de lucha contra ella, se calculaba que en 2008 un 25% el de niñas entre 10 y 14 años, seguían siendo víctimas de ella en la clandestinidad. Y, a lo largo de 2009, la prensa ha informado de infracciones en varias regiones. Para evitar las sanciones, en muchos casos las familias recurren a países vecinos, en los que todavía no hay leyes que la prohíban. En los que las leyes ya existen, las campañas de sensibilización continúan para conseguir el cambio de mentalidad que permita erradicar esta costumbre profundamente arraigada.
Sin duda es la radio el medio que, por estar al alcance de más gente, ha contribuido más y mejor al cambio social frente a esta práctica. Ousman Sembène lo ha plasmado con fuerza en una secuencia de la película “Moodaale” que se sitúa en la plaza corazón del poblado. Hombres furiosos van arrojando las radios que han confiscado a sus mujeres hasta formar con ellas una gran hoguera.
“¿Por qué lo hacen? Pregunta una de las mujeres que contempla la escena. La respuesta no se hace esperar: “! Para cerrarnos los oídos! ”
Si, los hombres quieren poner una barrera a las palabras que llegan por la radio y que penetran las mentes y cambian el modo de pensar. Ellos las consideran responsables de la rebelión de las mujeres ante la ancestral e incuestionable costumbre.
Es bien cierto: las palabras transmitidas por la radio y las imágenes presentadas por los videos, la televisión y las películas van abriendo ojos y oídos. Gracias a eso las mentalidades van cambiando, se proclaman leyes que defienden derechos y se producen cambios sociales. La educación será la clave para que las leyes no sean papel mojado y los cambios sean duraderos.
Mujeres africanas y NTIC
Las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, son un lujo en la mayoría de los países africanos. La brecha numérica y la social que conlleva, no sólo se hace aquí mayor, sino que, la refleja más y mejor.
En África la infraestructura de la comunicación es escasa y cara. Las mujeres tienen más dificultades para acceder a ellas cuando se las compara a los hombres, por estar menos capacitadas y disponer de menos medios. Las ONGs WomenAction y APC-Africa Women hicieron en mayo de 2000, una encuesta a grupos de mujeres con estudios secundarios, el 75% de ellas dijo tener problemas con el manejo de las NTIC. En este sentido, dentro de África, la situación de los países francófonos es más precaria que la de los países anglófonos. No obstante podemos ver algunos logros significativos.
En Tanzania se ha destacado por sus iniciativas y compromiso la periodista Fatma Alloo. Después de la Conferencia de Mujeres de Nairobi en 1985, fundó Tanzania Media Womem´s Associatio, TAMWA, y una revista en inglés y kisuahili: “Santiya siti”, “Voz de mujeres”. Esta asociación fue la primera a utilizar ordenadores. Forma parte del colectivo ZaWoN, Zambia Women´s on Net, fundado en 1999 para sensibilizar a las mujeres en el empleo de las TIC.
En África francófona, a pesar de las iniciativas llevadas a cabo por diversas ONGs, se ha progresado poco para que las mujeres tengan un mejor acceso a las nuevas tecnologías.A pesar de ello, se pueden señalar algunos logros interesantes como el sitio “Famafrique” para mujeres de África francófona. El trabajo realizado en Burkina Faso, por Rasmata Tiendrébéogo de Compaoré, Ingeniero de Trabajos Informáticos, sobre software libres para reducir los grandes costes de licencias. El trabajo de formación e información de la periodista Ramata Soré sobre la importancia del Software Libre para el desarrollo de África del Oeste. Ha obtenido diversos premios por sus trabajos con relación con las Técnicas de la Información y la comunicación y anima una página sobre esta cuestión en el periódico, “L´Evénement”. En su blog: podemos leer lo que significan para ella estas técnicas; “Desde el puesto privilegiado en el que me encuentro soy testigo de las revolución que se opera en África en el mundo de medias. Los útiles de publicación, notablemente los blogs, están a la disposición de casi todos, permiten hacerse oír nuevas voces, crear contactos, de una provincia a otra, de un país a otro, de un continente a otro y eso sin pasar por ningún circuito institucional u oficial. Sin estar sometido a censura. El movimiento está empezando, pero permitirá a África de coger su sitio en la Red, en el corazón de la Red y no en la periferia porque voces de África sabrán crear lazos”.
Por ahora sólo el teléfono móvil llega a los rincones más perdidos y está al alcance de esa gran mayoría de mujeres que no han sido alfabetizadas. Hasta ahora sólo una pequeñísima élite privilegiada ha podido entrar por esa puerta de las Técnicas de la Información y de la Comunicación que abren tantas perspectivas de cambio y desarrollo. Por eso durante la 47 Sesión de la Comisión de las Naciones Unidas para el Estudio de la Situación de las Mujeres, el Grupo de Trabajo en Medios y TIC pedía “igualdad de oportunidades de acceso a una participación justa y equitativa para mujeres y niñas en la ciencia y la tecnología a todos los niveles”.
Con el acceso a las NTIC, las mujeres africanas podrán informase mejor, comunicarse y contar sus propias historias y colaborar para que la aldea global sea más justa y humana.