Los zimbabwenses se han sentido enojados y confundidos después de que el presidente Robert Mugabe en una declaracion el 19 de Noviembre, no haya renunciado, sino que han pronunciado un discurso críptico.
La gente se había reunido alrededor de los televisores anticipacipando la renuncia de Mugabe, pero en cambio los obligaron a esperar casi dos horas para la emisión en Zimbabwe Broadcasting Corporation (ZBC), una televsión estatal.
Mugabe señaló que las disputas públicas entre altos funcionarios del partido hicieron que las críticas dirigidas contra él y el partido fueran inseparables, reconociendo que las críticas planteadas por algunos de los elementos insurgentes tenían razones bien fundadas al denunciar que el partido del ZANU-PF estaba fallando.
Mugabe, de 93 años de edad, estuvo divagando a través de un discurso incoherente en el que insistió en que todavía estaría presidiendo el extraordinario congreso programado para diciembre. «Zanu-PF es un partido de tradiciones … que comparten ideales y valores», dijo antes de admitir que el país había atravesado un difícil periodo económico que podría haber soliviantado a sectores de la población: «Debemos aprender a perdonar y resolver contradicciones», dijo mientras la gente reunida en un bar local lo abucheaba de nuevo. El presidente declaró que el país no puede ser guiado por la amargura y la venganza, sino que los zimbabuenses deben aprender a perdonar y resolver sus contradicciones, ya sean reales o percibidas. Sin anunciar su tan anticipada renuncia, Mugabe terminó su discurso con un «Buenas noches».
El partido anunció que Mugabe tenía hasta el mediodía del lunes para renunciar, de lo contrario el martes 21 podrían tomarse acciones contra él.
Fuente: AllAfrica.
[Traducción, Muriel balda]
[Fundación Sur]
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