Miles de cabezas de ganado están muriendo debido a que la sequía hace imposible para los granjeros alimentarlos; la sequía también esta acabando con diversas cosechas, lo que previsiblemente producirá un aumento de los precios de la comida.
Los ganaderos en la provincia de Free State están siendo obligados a matar o vender a sus animales por un precio ínfimo, debido a que la sequía, que empezó el verano del año pasado, ha terminado con la hierba que usa el ganado para alimentarse. Este descenso de la producción llevará previsiblemente a una fuerte subida de precios.
Wandile Shilobo, un economista en Grain South Africa, comentó en una entrevista el mes pasado que ha habido un descenso del 27 por ciento en las cosechas de verano.
La carne por otra parte tiene demasiada oferta, debido a la muerte de todo el ganado: «miles de cabezas de ganado han muerto. Los granjeros están pagando los costosos piensos para animales, que es un mal substituto para la hierba» dijo Jack Armour, el mánager del departamento de agricultura en Free State.
Sudáfrica ha experimentado unas temperaturas inusualmente altas que los expertos atribuyen al Niño, un ciclo climático del Océano Pacífico, que ha causado una ola de calor masiva a través de todo el sur de África del Sur, reduciendo en gran medida la lluvia.
Ha llegado a tal punto el desabastecimiento de cultivos que Sudáfrica ha anunciado que necesita importar más de 5 millones de toneladas de maíz. De acuerdo con el Programa para la Alimentación Mundial el impacto del niño durará hasta 2017, afectando la seguridad alimentaria de millones de personas
Hassan Isilow
Fuente: New Times Africa
[Traducción y edición, Fernando Martín]
[Fundación Sur]
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