El ex presidente egipcio Hosni Mubarak, derrocado en 2011 por un levantamiento popular, volverá a ser juzgado junto a sus dos hijos a partir del 4 de abril, por un caso de malversación de fondos públicos.
En mayo del año pasado, la justicia condenó al ex presidente, de 86 años, a tres años de prisión y a sus dos hijos, Alaa y Gamal a cuatro años, pero el Tribunal Superior de Justicia ha anulado la sentencia y ha ordenado un nuevo juicio.
Mubarak y sus hijos están acusados de malversar más de 10 millones de euros que destinaron al mantenimiento de sus palacios presidenciales.
Los dos hijos de Mubarak fueron puestos en libertad en enero en previsión del juicio oral, pero su padre sigue detenido en un hospital militar de El Cairo, aunque legalmente también debe ser puesto en libertad, según su abogado.
A finales de noviembre, Egipto acogió con indiferencia la retirada de los cargos contra el ex presidente por su papel en la muerte de 846 manifestantes durante las revueltas de 2011.
La liberación del clan Mubarak representa un dilema para el presidente Abdel Fattah al-Sissi, acusado a menudo, por los defensores de los derechos humanos, de haber instaurado un régimen más autoritario incluso que el de Mubarak desde que éste fuera destituido y su sucesor, el islamista Morsi, detenido en julio de 2013.
En los meses que siguieron al derrocamiento de Morsi, las fuerzas de seguridad mataron a más de 1.400 manifestantes pro-Morsi y detuvieron a más de 15.000 simpatizantes islamistas. Cientos de personas fueron condenadas a muerte en juicios sumarios de masas que provocaron una protesta internacional.
Afriqueexpansion – (Fundación Sur)