La Dinámica de movimientos ciudadanos, colectivo compuesto por numerosas organizaciones civiles congoleñas (LUCHA, FILIMBI, Urgencias panafricanistas, Movimiento de consumidores abandonados, Liga en favor de la Justicia, Actuemos en favor del Congo, entre otros), ha realizado un llamamiento, a través de un comunicado, a todos los congoleños residentes en el país y en el extranjero a participar en una manifestación, prevista para el sábado 5 de noviembre, para denunciar la agresión extranjera y la degradación de la seguridad que está asolando la parte este de la República Democrática del Congo (RDC).
En el comunicado expresa su satisfacción por la decisión del gobierno congoleño de expulsar el 30 de octubre al embajador de Ruanda en el Congo, aunque expresan también cierto temor ante las timidez y tardanza de las medidas que el gobierno ha ido adoptando, a pesar de las reivindicaciones de la sociedad civil con relación a la crítica situación en la que viven las poblaciones afectadas por las agresiones en el este del Congo. Exigen, en consecuencia, que sea también expulsado el embajador de Uganda. Ruanda y Uganda son los principales agresores y responsables de la inseguridad, de crímenes intolerables, de la ocupación de territorios congoleños, del expolio de las riquezas, del desplazamiento de las poblaciones y un largo etcétera de sufrimientos; situación que dura desde hace décadas.
Este colectivo ciudadano muestra su frontal oposición a la posición de la llamada comunidad internacional que últimamente ha insistido en solicitar que se produzca un consenso entre la RDC y Ruanda para resolver la situación:
“Rechazamos categóricamente las tomas de posición de las potencias extranjeras de privilegiar el diálogo con Ruanda-M23, un país que nos impone conflictos y masacres que constituyen crímenes de guerra y contra la humanidad y crímenes de genocidio desde hace cerca de 3 décadas. (…) Constatamos con horror que los genocidios que golpean la RDC y que son los más mortíferos desde la 2ª guerra mundial, no interesan en absoluto a esas potencias de las Naciones Unidas.
La mayoría de estas potencias – prosigue el comunicado/llamamiento – que promueven hoy el diálogo obtienen beneficios monumentales gracias a los minerales congoleños. Así, como ejemplo, recordamos que el ejercicio 2022 detalla que el tráfico de los minerales de sangre (leitmotiv de las exacciones y atrocidades que las poblaciones congoleñas sufren desde 1996) ha permitido a los EEUU y a las empresas americanas Apple y Tesla realizar cifras de negocio de 97,5 mil millones de dólares y 54 mil millones solo en 2021. Países como China que transforman nuestro coltán distribuyéndolo a empresas como Motorola, HP e Intel, obtienen beneficios muy superiores al de los países implicados en el horror que el Congo vive”.
Fuente: político.cd
[CIDAF-UCM]