El 18 de marzo de 2011, con ocasión del primer aniversario de la detención de Déo Mushayidi, un centenar de personas se manifestaron ante la embajada de Ruanda en Bruselas, para recordar que Déo Mushayidi, así como otras personas como Victoire Ingabire, Bernard Ntaganda, Charles Ntakirutinka y muchos otros, sigue encarcelado.
Los congregados mostraron pancartas con los retratos de los principales prisioneros de opinión ruandeses y exigieron su inmediata libertad. Gérard Semushi Karangwa manifestó: “Invitamos al régimen a que cese de hacer la política del avestruz y a que abra los ojos a la realidad; la población ruandesa no soportará indefinidamente el peso de la dictadura”.
Una de las cosas que más ha sorprendido a los observadores es que entre los manifestantes había miembros de diferentes partidos, y no sólo del PDP Imanzi de Mushayidi y que había entre ellos tutsi y hutu, unidos para denunciar conjuntamente una misma injusticia.
Esta jornada de protesta prosiguió en una sala céntrica de Bruselas, en la que el Centro de prevención de crímenes contra la humanidad organizó una conferencia. Se proyectó un video en el que Déo Mushayidi hace un alegato a favor del diálogo inter-ruandés y de la necesidad de establecer una “comisión internacional para la verdad y la reconciliación”. Posteriormente, Gérard Semushi hizo una presentación de la vida de Déo Mushayidi, que perdió toda su familia en el genocidio de 1994. En 1995, abandonó el FPR de cuyo secretariado era miembro, tras constatar la deriva del régimen y se dedicó al periodismo. En marzo de 2010 fue secuestrado en Burundi y conducido a Ruanda. Semushi señaló con amargura que Mushayidi, único superviviente de su familia, ha sido acusado por el régimen de “negacionismo”. Uno de los momentos fuertes de las intervenciones, fue la lectura de una carta de Joseph Matata, que no pudo estar presente, titulada “Homenaje a mi hermano Mushayidi el Mandela del pueblo ruandés”. En esta carta, Matata, coordinador del Centro de lucha contra la impunidad e injusticia en Ruanda, señaló que Mushayidi “sueña con vencer los demonios étnicos y crear un país viable para todos los ciudadanos de Ruanda y de la Región de los Grandes Lagos”. “Es preciso que haya alguien que tenga el suficiente sentido común y coraje moral para romper el círculo infernal del odio”, y Mushayidi “es ese alguien, que trabaja para liberar el pueblo del yugo del FPR, partido del que él fue sin embargo representante en Suiza durante 4 años”.
Tras diversas intervenciones, tres personalidades rindieron un vibrante homenaje a Déo Mushayidi: Faustin Twagiramungu, antiguo primer ministro, que además de apoyar el combate de Mushayidi se solidarizó con el resto de prisioneros políticos; Luc Marchal, coronel retirado que en abril de 1994 era el segundo en el mando de las fuerzas de la ONU, que insistió en la necesidad de seguir presionando sobre el régimen de Kigali, y Joseph Bukeye, que habló en nombre de las Fuerzas Democráticas Unificadas para concluir que “ya ha quedado superada la época de las divisiones étnicas”, “es tiempo de construir puentes entre los componentes étnicos de Ruanda”
Ruhumuza Mbonyumutwa
(A partir de informaciones de Jambonews.net 23/03/2011)
Resumen y traducción de Ramón Arozarena.