Misioneras de Nuestra señora de África y campaña de Lavigerie contra la esclavitud, por Paquita Reche , mnsda

23/10/2012 | Bitácora africana

“.. Soy un hombre y mi corazón se rebela ante las injusticias cometidas contra los demás. Soy un hombre y desearía que se me restaurase la libertad, el honor y los vínculos sagrados de familia; quiero que se devuelva a los hijos e hijas de esta desdichada raza: familia, honor y libertad»

Hace 125 años resonó en Europa un grito de denuncia contra la injusticia de la esclavitud en África. Un grito que, allí donde llega, impresiona y sobrecoge. Lo lanza un hombre nacido en Bayona hacía 63 años. Se llama Charles Lavigerie. Es arzobispo de Argel y Cardenal. Ha fundado dos Institutos misioneros para África. Su vida es una larga historia de compromisos por la justicia. Antes de ser nombrado Obispo de Nacy, fue director de la Obra de las Escuelas de Oriente y Viajó a Libano y Siria para socorrer a víctimas de matanzas. Siendo arzobispo de Argel, acogió en su residencia a más de mil huérfanos que la hambruna de 1866 había dejado en la calle.

La fundación de puestos de misión en Laghouat y Ouargla en el Sahara argelino, en 1872 y 1875 respectivamente, pone al Cardenal ante la realidad del comercio de esclavos. Por los relatos de lo exploradores Livigstone y Camerón y las cartas y diarios que le llegan de sus misioneros, presentes en la región de los Grandes Lagos desde 1878, el Cardenal conocerá la amplitud de “un comercio infame”, que priva de libertad y de dignidad a tantos africanos y resiste a la prohibición del comercio de esclavos. Conoce la crueldad de los traficantes, que arrasan poblados, mutilan y matan, para hacerse con el botín que buscan. Conoce los sufrimientos de hombres, mujeres y niños encadenados durante las largas marchas de las caravanas.

En varias ocasiones ha intentado en vano, que las Gobiernos cristianos intervengan para terminar con esta lacra. Pero, convencido de la importancia de la opinión pública para obtener que los gobiernos cristianos se comprometan en esta lucha, comienza en 1888, una gran campaña antiesclavista. Una campaña para informar en Europa sobre la situación que viven centenares de miles de personas.

Antes de hablar de esta campaña me parece importante hacer un rápido recorrido histórico sobre su contexto.

Contexto histórico de la lucha antiesclavista en Europa

En 1814 se firmó en París, el primer tratado de abolición de trata de « negros » de África y del comercio de esclavos. Las grandes potencias que lo habían firmado se reunieron en Viena en 1815 para evaluar su aplicación y reconocen los límites de un tratado general que “no podía suplir el compromiso particular de cada Potencia”, ya que, a pesar de que el comercio de esclavos había sido solemnemente proscrito, se había intensificado.

En 1822, Los plenipotenciarios de Austria, Francia, Gran Bretaña y Prusia se reunieron de nuevo en Congreso en Verona. Era preciso encontrar medios eficaces « para terminar con esta plaga que durante mucho tiempo ha desolado África, degradado a Europa y afligido a la humanidad ». El comercio de esclavos fue declarado culpable e ilícito.
Después de esta fecha, la esclavitud fue abolida en la India inglesa (1830), en las colonias francesas de África (1848), en Estados Unidos al final de la guerra de secesión (1865).

En 1884, el Gobierno Imperial Alemán organiza otra conferencia en Berlín, donde, de nuevo los grandes Estados reunidos se comprometen a contribuir a “todo lo que pudiera asegurar y acelerar la abolición del comercio de esclavos”.

Recrudecimiento de la esclavitud.

A medida que los esclavos blancos fueron desapareciendo de Constantinopla y de los países musulmanes de la cuenca del Mediterráneo, el número de esclavos negros fue aumentado para reemplazarlos. Los comerciantes emplean rutas del desierto del Sahara o rutas marítimas por el Índico.

A pesar de la abolición de la esclavitud en el siglo XIX y los compromisos de de los gobiernos europeos de luchar contra su comercio, las noticias de exploradores y misioneros testimonian del recrudecimiento de la esclavitud en África Central. A pesar de condenas y prohibiciones el comercio de esclavos no ha cesado, sigue muy activo en África y hasta crece.

Lavigerie recogerá en conferencias, sermones y escritos de la campaña que emprende en 1888, algunos de estos testimonios y también datos publicados por el Foreign Office en el Blue-Book.
Campaña contra la esclavitud de Lavigerie

En 1888, algunos acontecimientos van a relanzar la lucha contra la esclavitud en Europa: -la celebración del jubileo de oro de sacerdocio de León XIII, es celebrada por muchos cristianos de Brasil, que había anunciado la abolición de la esclavitud, con la liberación de un gran número de esclavos, – la encíclica “In plurimis” dirigida a los Obispos de Brasil, en la que el papa condena la esclavitud y menciona, a petición de Lavigerie, el drama que se sigue viviendo en África, y la visita privada que el Cardenal hace al papa con un grupo de jóvenes negros, en la que vuelve a interceder por las víctimas de la esclavitud en África. El papa le confía la misión de trabajar por la abolición de la esclavitud en el continente.

Lavigerie se entrega en cuerpo y alma a la tarea de dar a conocer al mundo los horrores de la esclavitud vivida por los africanos. Inicia la campaña el 1 de julio en París, su voz se oye en Italia, Gran Bretaña, Bélgica…Se dirige a todos sin distinción de confesión religiosa. Como él mismo lo dice, no se dirige sólo a la fe, se dirige a la razón y a la justicia, al amor de la libertad que es el bien supremo del hombre.

Escribe artículos de prensa y cartas; organiza una red de asociaciones nacionales o locales para sostener acciones concretas. Allí por donde pasa, la fuerza de sus palabras, apoyadas por el testimonio de exploradores y misioneros conmueve la opinión pública.

También intenta provocar tomas de posiciones oficiales para terminar con el tráfico en las costas del Océano Índico y el Mar Rojo. Las reacciones dependen de los intereses de cada estado. El deseo de Lavigerie, de un congreso internacional, donde los gobiernos europeos se comprometiesen públicamente a terminar con la trata en África, puede al fin realizarse en Bruxelas en noviembre de 1889. A él asisten representantes de dieciséis países. Sus trabajos concluyen en julio de 1890. Una de sus decisiones fue el establecimiento de un control marítimo en las costas orientales de África.

A pesar de las críticas que pudo suscitar en medios radicales, esta campaña tuvo un gran éxito y supuso un paso adelante en el largo camino para terminar con la esclavitud. Un camino en el que se interponen obstáculos ideológicos, intereses políticos y económicos, que hacen que se perpetúen antiguas formas de esclavitud y surjan nuevas formas. Se calcula que hoy, después de su prohibición por la Declaración de los derechos humanos en 1948 y el suplemento de la Convención de 1956 que prohíbe “la esclavitud, el mercado de esclavos y las instituciones y Prácticas similares a la esclavitud”, hay en el mundo unos 27,000.000 de esclavos.

La conmemoración de este aniversario es más que recuerdo y memoria, es un nuevo compromiso de los Misioneros y Misioneras de África para luchar, unidos a todos los grupos y personas que en el siglo XXI luchan contra las nuevas formas de esclavitud, presentes en todos los países del mundo, con otros nombres: tráfico de personas, explotación laboral y sexual, sin olvidar las formas tradicionales que perduran como los matrimonios forzosos…

Fuentes : Mercedes Gutiérrez : Le Cardenal Lavigerie et la campagne antiesclavagiste en Europe 1888-1890/ / François Renault: Lavigerie, L’esclavage Africain et l’Europe. Tome 1, Afrique Centrale, pp; 172-178, Idem, Cardinal Lavigerie, Homme d’Église, Prophète et missionnaire, pp.367-385

Autor

  • Reche, Paquita

    Nació en Chirivel (Almería). Estudió Magisterio en Almería, Licenciaturas de Pedagogía y de Filosofía, en la Complutense de Madrid.

    Llegó por primera vez a Africa en 1958 (a Argelia): después estuvo en Ruanda, Guinea Ecuatorial y desde el 1975 en Burkina Faso.

    En África trabajó como profesora en el Instituto Catequético Lumen Vitae de Butare, Profesora de enseñanza secundaria de español y filosofía; Universidad Popular (filosofia). También ha colaborado con Asociaciones de mujeres y con niños de la calle en Burkina Faso.

    Está en España desde 2004, actualmente, en Logroño. Colabora con la revista de los misioneros de África "Africana", Los Comités de Solidaridad con África Negra y con Rioja Acoge.

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