A primera vista, Etiopía puede parecer un lugar difícil para crear grandes negocios. Pero una curiosa estadística publicada en 2013 por la firma de investigación New World Wealth (Nueva Riqueza Mundial) informó de que el número de millonarios en Etiopía aumentó un 108% entre 2007 y 2013.
En Addis Abeba, estos nuevos magnates viven en barrios como el de Bole, donde abundan las embajadas y los hoteles, o como el área del Viejo Aeropuerto en el suroeste, donde se encuentra el club de golf de la ciudad.
Durante el día, se juntan en los hoteles Hilton y Sheraton funcionarios del gobierno, áreas en las que también se encuentran bares y discotecas que dan cabida a los gustos más caros de estos residentes, como The Gaslight en Sheraton y el bar de Suba. El número de estos “nuevos ricos” es aún relativamente pequeño, pero el jefe de investigación de New World Wealth, Andrew Amoils, ha declarado que “Etiopía lo ha hecho bastante bien en términos de crecimiento en los últimos siete años”, aunque ha añadido que el número es muy pequeño teniendo en cuenta que es uno de los países más poblados de África.
La misma firma de investigación prevé que el número de ricos se eleve de 2.700 en 2013 a 4.700 en 2020, debido al rápido crecimiento económico de Etiopía. Pero cerca de un tercio de la población del país vive con menos de 1,25 dólares al día, lo que muestra la gran desigualdad que sigue existiendo entre la población.
Parece que la corrupción no es común en los sectores superiores del gobierno, según información recibida por el periódico, y se apoya el plan estratégico que se está llevando a cabo. El crecimiento del número de millonarios extranjeros podría haberse visto limitado por el hecho de que está prohibida la competencia extranjera en las industrias clave y los grandes sectores son de propiedad estatal.
Jacey Fortin
Nazret News – Fundación Sur