Miles de seguidores de la oposición de Costa de Marfil protagonizaron una marcha pacífica por las calles de Abidjan, el día 26 de enero, para protestar por lo que ellos consideran el dominio del presidente Laurent Gbagbo sobre los medios estatales y tácticas para retrasar las elecciones.
Vigilados por policías antidisturbios fuertemente armados, unos 3.000 manifestantes caminaron en dirección a las oficinas de la radio televisión estatal marfileña. Los protestantes cantaron eslóganes que pedían a Gbagbo que dé a los partidos de la oposición un acceso igualitario a los medios estatales y que se diera prisa con las elecciones.
Las tensiones políticas están aumentando en el mayor cultivador de cacao del mundo, al aproximarse el periodo de campaña para unas elecciones que deberían acabar con años de estancamiento, después de la guerra 2002-2003, que dividió el país en dos, dejando el norte en mano de los rebeldes.
Los candidatos presidenciales de la oposición, Henri Konan Bedie y Alassane Ouattara, se han quejado de ser marginalizados por la prensa nacional, explicando que los medios estatales, o privados pro- Gbagbo, están dando al actual presidente una injusta ventaja.
Igual acceso
“El igual acceso para todos a los medios del estado está garantizado por la ley”, asegura un comunicado leído por el líder de las juventudes de la oposición, “Condenamos el dominio de los medios ejercido por el clan del candidato Laurent Gbagbo”.
A pesar de los temores de violencia y los controles policiales para evitar que los manifestantes entrasen en las oficinas de la Radio Televisión Marfileña, la manifestación discurrió pacíficamente.
Las elecciones han sido repetidamente pospuestas desde 2005, pero ahora está previsto que se celebren en torno a marzo de este año. La oposición acusa a Gbagbo de retrasar deliberadamente el proceso para ampliar su mandato, algo que él siempre ha negado.
Después de años de inestabilidad política y limbo, muchos marfileños están desesperados por poner punto y final a una crisis que ha paralizado la economía y asustado a los inversores en los que una vez fuera la potencia económica del África Occidental.
“Estamos en situación de total desesperanza”, dice uno de los manifestantes, Pascal Noe, de 28 años, desempleado. “Gbagbo no nos ha traído más que guerra”. Queremos salir de esta crisis”.
(News24, 27-01-10)