Migrantes abandonados en el desierto, por Bartolomé Burgos

27/02/2024 | Bitácora africana

Azizou Chehou es el hombre que salva la vida de los náufragos en el Sahara, gracias a los triciclos de la asociación Alarme Phone Sahara @AlarmephoneS (Teléfono de Alarma en el Sahara).

¿Por qué se encuentran esos migrantes perdidos en el desierto?

Semana tras semana, hay cientos de ellos deambulando por las arenas, rechazados por las autoridades argelinas al otro lado de la frontera con Níger. Hombres de África occidental, arrojados de los contenedores de basura de los camiones donde estaban amontonados, que no tienen más remedio que caminar hasta el pueblo de Assamaka, atravesando quince kilómetros de desierto. Las deportaciones por parte de Argelia nunca habían sido tan numerosas: mientras unas 20.000 personas habían sido deportadas durante todo 2022, ya se habían registrado cerca de 15.000 arrojados al Sáhara durante los primeros cuatro meses de 2023.

¿Y quién es este hombre Azizou Chehou?

Hijo de campesinos, estudió magisterio, en su ciudad natal en Níger, y fue nombrado al pueblo de Assamaka, en el desierto. Nos dice: “Te acostumbras rápido. Además de la enseñanza, me hice cargo de la tasca local: las cervezas las tomábamos con los soldados y las provisiones las traíamos de Libia”. Treinta años pasan con varias asignaciones. Ahora tiene cuatro hijos y una casa en Agadez. Está jubilado de la enseñanza y ha encontrado su nueva vocación. El exprofesor acude en ayuda de los inmigrantes rechazados por las autoridades argelinas, al otro lado de la frontera con Níger.

¿Cómo se dedicó Azizou Chehou a salvar migrantes en riesgo?

A finales de 2015 conoció al periodista Ibrahim Manzo Diallo, durante una visita a su periódico Aïr Info, el principal medio de comunicación del norte de Níger. El hiperactivo Azizou comenzó a escribir para el periódico de Diallo. quien lo nombró jefe de redacción. Cuando en 2018, Diallo soltó las riendas de la pequeña asociación Teléfono de Alarma en el Sahara, que había lanzado con el apoyo de asociaciones alemanas, Azizou Chehou debió tomar la releva. Dudaba porque estaba preparando su tesis y también debía gestionar su otra asociación de ayuda a jóvenes desempleados de su barrio. Unos meses después, la tesis se completa y la crisis migratoria se acentúa en la frontera con Argelia. Los triciclos de Teléfono de Alarma en el Sahara siguen rodando por la arena y el teléfono del coordinador Chehou suena constantemente. El pueblo de Assamaka se convierte en refugio donde se concentran miles de migrantes que esperan ser atendidos por la ONU y ONGs internacionales. Chehou, que ya tiene 56 años, acude en ayuda de los náufragos en el desierto; salva, cada año, casi tantas vidas como un médico. En ocasiones, cuando los chalecos amarillos de Teléfono de Alarma en el Sahara encuentran a los migrantes estos ya están muertos. “Nunca sabremos cuántas personas murieron aquí, en la indiferencia”, confiesa Chehou con tristeza.

Bartolomé Burgos

CIDAF-UCM

Autor

  • Bartolomé Burgos Martínez nació en Totana (Murcia) en 1936. Sacerdote miembro de la Sociedad de Misiones de África (Padres Blancos), es doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, 1997. Enseñó filosofía en el Africanum (Logroño), en Dublín y en las ciudades sudanesas de Juba y Jartum. Fue fundador del CIDAF (Centro de Información y Documentación Africana) a finales de los setenta, institución de la que fue director entre 1997 y 2003.

    Llegó a África con 19 años y desde entonces ha vivido o trabajado para África y ha visitado numerosos países africanos. De 2008 a 2011 residió en Kumasi, Ghana, donde fue profesor de filosofía en la Facultad de Filosofía, Sociología y Estudios Religiosos de la Universidad de Kumasi. Actualmente vive en Madrid y es investigador de la Fundación Sur.

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