Meta, la empresa dueña de Facebook, Instagram y WhatsApp, enfrenta demandas legales en Ghana por exponer a sus moderadores de contenido a imágenes y videos violentos, extremistas y perturbadores, sin suficiente apoyo psicológico. La noticia, publicada por The Guardian, revela un problema grave que muchas veces pasa desapercibido; el costo humano detrás de las redes sociales.
Esto no es algo nuevo. Desde hace años, se ha denunciado que los trabajadores que filtran este material desarrollan estrés postraumático, ansiedad y depresión, pero las grandes tecnológicas no han hecho lo suficiente para protegerlos. Lo más indignante es que muchos de estos empleados son subcontratados en países con menores salarios y protecciones laborales, como Ghana, donde las leyes pueden ser más permisivas.
Meta ha dicho que «se toma en serio el bienestar de sus moderadores«, pero las demandas muestran que sus acciones no bastan. Los demandantes se preguntan si la empresa que gana billones de dólares con el contenido que circula en sus plataformas, no debería invertir más en la salud mental de quienes mantienen esas redes «limpias».
Fuente: The Guardian
[Traducción y edición, Javier Rentería]
[CIDAF-UCM]