Mensaje de Mons François-Xavier Maroy Rusengo, arzobispo de Bukavu (R. D. Congo)

25/06/2007 | Crónicas y reportajes

En nombre de toda la Provincia, queremos hacerles saber cuál es nuestra realidad en el momento actual.

Nuestros pueblos y ciudades están sumidos en una psicosis de guerra.
Nuestro pueblo constata, que aparentemente todos los elementos para una nueva guerra en Kivu del Sur están reunidos.

Hay un movimiento de infiltración masiva y sistemática desde Ruanda por los puntos fronterizos de Rivière Ruzizi, de Uvira, de Nyangezi, de Kaza-Roho en Cahi Bukavu. Como prueba de ello, el Gobernador de la Provincia mostró ante la prensa, el sábado 26 de mayo de 2007, un individuo burundés muy comprometido en el reclutamiento y la ultimación de una nueva guerra.

El posicionamiento militar reproduce el mismo esquema que prevaleció justo antes del estallido de la guerra por la RCD en 1998. En efecto, la once brigada en la comarca de Walunga donde reinaron las masacres de Kaniola, la catorce brigada un poco más al Norte y la tercera brigada en la ciudad de Bukavu están todas dirigidas por oficiales del ex-movimiento político-militar de la RCD Goma. Incluso el comandante segundo de la décima región militar, encargado de las operaciones, es un antiguo de la RCD Goma. ¿Es casualidad? o más bien ¿estratagema militar?

Vuelve a surgir en los medios de comunicación la campaña mediática del pretendido odio étnico.

La macabra carnicería de Kaniola en Walungu, en la noche del 26 al 27 de mayo 2007, recuerda la de Lemera en el territorio de Uvira antes de los ataques decisivos de la guerra de la AFDL. La naturaleza de la crueldad con arma blanca es contraria a nuestra cultura y recuerda a las carnicerías de Kasiks y de Makobola.

La masacre de Kaniola fue ejecutada prácticamente ante el Mayor de la armada regular, cerca del comandante de la once brigada militar. Los gritos de la población no le impidieron dormir mientras se producían esas carnicerías, no lejos del lugar en que se encontraba.

Como en 1996, nuestro ejército regular en plena reestructuración es incapaz de defender a la población.

Como en 1996, los banyamulenges están instrumentalizados para provocar la guerra, se retira, sobre todo a las mujeres y a los niños, según testimonios, de nuevo hacia los países vecinos y dejan solos a los hombres en las altas mesetas de Kivu del Sur.

Las preguntas siguen en pie:

¿Qué significa el silencio de las Instituciones de la República, a saber el Jefe del Estado, el Parlamento, el Gobierno Central y el Alto Mando militar ante las repetidas masacres en Kaniola? En otros lugares, una toma de rehenes, aunque se trate de una sola persona, moviliza al aparato del estado de su país. El gobierno de la República Democrática del Congo, ante la amenaza de una nueva guerra y mientras se ejecutan masacres entre la población civil, en lugar de enfrentarse al verdadero problema de seguridad y de orden militar, se nos propone la mesa redonda «inter-comunitaria». ¿Complicidad o ignorancia?

El proceso de manejo y «mezcla» negociados en los países vecinos: ¿para qué y qué resultado ha producido para la seguridad de la población civil? ¿Existen acuerdos o contratos político-militares de nuestros gobiernos con nuestros agresores?

Como en las guerras anteriores a 1996, 1998 y 2004, han enviado militares a los frentes sin logística ni alimentos suficientes. ¿Lo hacen para que tengan hambre y se desanimen o sencillamente para entregarles al enemigo?

Los Interhamwe, los Rasta y los FDLR responsables de las masacres, en primer lugar hablan en Kinyarwanda. Han sido arrastrados hacia el Este de la RD Congo por la Comunidad Internacional tras el genocidio ruandés. ¿Para cuándo la vuelta de esos convertidos en terroristas en el territorio de acogida? ¿Es esa la forma de recompensar al pueblo congoleño del Este por su hospitalidad?

Estas son nuestras recomendaciones:

– Que nuestro Jefe de Estado masivamente votado en esta provincia, se responsabilice y envíe tropas de elite, que han de oponerse a la inminente guerra en el Norte y Kivu del Sur antes de que sea demasiado tarde.

– Que el Gobierno, deje cualquier otro asunto, y considere el problema de la seguridad en el Este como prioridad y que deje de distraer a la opinión con planes de negociación, de diálogo, de mesa redonda que no conducirán a nada. Lo sabemos por experiencia.

– Que los elegidos por el pueblo se movilicen más por la verdadera seguridad de la población.

– Que la Comunidad Internacional, fuertemente representada en esta Región, no diga que no lo sabía. La tomamos como testigo.

– Que la MONUC reconfortada por la última decisión de la ONU, que prolonga su mandato hasta diciembre de 2007, no eluda su tarea y sobre todo que no pacte con el enemigo y que se comprometa en favor de la protección de la población civil, en conformidad con su nuevo mandato.

– Que la población del Este de la RD Congo, que nunca ha traicionado, abra bien los ojos como en el pasado. El enemigo sigue ahí.

Somos vecinos naturales de los Ruandeses, de los Burundeses y de los Ugandeses. Estamos condenados a vivir juntos mejor en paz y concordia en esta sub-región que Dios nos ha entregado generosamente y no en guerra perpetua. Para que nos servirían nuevas guerras que no hacen más que empobrecer a nuestros pueblos y crear enemistades inútiles. «Bienaventurados los que hacen obra de paz, serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9). “¡Nunca más, nunca la guerra, el mundo tiene sed de paz”!

Les pido que sean la voz de estos sin-voz que mueren cada día en nuestros pueblos. Nuestro pésame más sentido a las familias afectadas y que nuestros hermanos y hermanas muertos en Kaniola descansen en paz.

En Bukavu, 28 de mayo de 2007

Mons François-Xavier MAROY RUSENGO,

Arzobispo de Bukavu

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