Mejores alubias

23/01/2023 | Crónicas y reportajes

vigna_unguiculata_blanco_alubia_ojo_de_perdiz_carilla_cc0.jpgLas alubias precocidas y de cocción rápida podrían mejorar la seguridad alimentaria y los ingresos y reducir el calor en los, cada vez más escasos, bosques de África Oriental, como sugiere un proyecto que involucra a agricultores en Kenia y Uganda.

Durante muchos años, Jennifer Nakaye, del distrito de Kiboga, en Uganda, ha pasado más de dos horas buscando ramas de leña seca para cocinar. “Pasabamos mucho tiempo buscando leña. Ese tiempo podría haber sido utilizado para sembrar verduras y otros cultivos en la finca o hacer negocios en el mercado. Pero como teníamos que comer, no teníamos más remedio que perder tiempo en conseguir leña”, dijo Nakaye, de 61 años.

Los frijoles son la principal fuente de proteínas en África oriental y central. Los frijoles, acompañados de matooke (plátanos cocidos), posho (gachas de maíz), mandioca, batatas o arroz, son el alimento más común para Nakaye y su familia. Sin embargo, los frijoles tardan mucho en cocerse y consumen significativas cantidades de carbón o leña, lo que contribuye a la deforestación.

Una encuesta realizada en Uganda hace unos años mostró que una familia normal promedio consumía alrededor de 12 kilogramos de frijoles por mes, lo que requería alrededor de 288 kilogramos de carbón por año para cocinarlos. Eso equivale a unos 864 kilogramos de madera al año.

Para hacer frente a este desafío, el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) y el Centro Australiano para la Investigación Agrícola Internacional (ACIAR) introdujeron el proyecto de frijoles precocidos a través de su Fondo Cultivate Africa’s Future, un programa de diez años de 35 millones de dólares canadienses (cerca de 27 millones dólares estadounidenses).

En Uganda y Kenia el proyecto está dirigido por la Organización Nacional de Investigación Agrícola (NARO) (Uganda), la Organización de Investigación Agrícola y Ganadera de Kenia y la Alianza Panafricana para la Investigación del Frijol (PABRA) para mejorar la nutrición y abordar la desigualdad de género en la cadena de valor del frijol.

Según el IDRC “Los frijoles son una fuente importante de proteínas, especialmente para los hogares de ingresos bajos y medios. Pero el consumo está limitado por los altos requisitos de energía y agua para cocinar frijoles, así como por el largo tiempo de cocción, de dos a tres horas”. En los últimos años, la rápida expansión de las poblaciones urbanas, el aumento de los ingresos y el alto costo de la energía han impulsado la demanda de alimentos procesados y de cocción rápida.

Nakaye es parte del programa y cultiva una nueva variedad de frijoles llamada ‘Narobean One’ en un terreno de 1,2 hectáreas. Ella dice que desde que se introdujeron los frijoles, ella y otros agricultores han ahorrado mucho tiempo ya que los frijoles son fáciles de cocinar cuando aún están verdes:

Aquí comemos muchos frijoles y, a diferencia de otros frijoles comunes, este tipo se cocina muy rápido. Puedes venir de la finca, y con poca leña, los frijoles se cocinan rápido y comes a tiempo”.

Para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional, la generación de ingresos y la conservación del medio ambiente, el proyecto de frijoles Cultivate Africa’s Future ha trabajado para promover la adopción de frijoles precocidos y de cocción rápida y para promover las asociaciones público-privadas en Kenia y Uganda.

La primera fase del proyecto introdujo variedades de frijol biofortificadas con alto contenido de hierro y zinc, que se pueden procesar en frijoles precocidos que se cocinan en diez minutos, en lugar de las dos o tres horas requeridas anteriormente.

Más de 10 139 toneladas de semilla de variedades mejoradas de frijol fueron introducidas durante dos años y utilizadas por más de 10.000 agricultores, de los cuales la mitad eran mujeres. Además, los agricultores participantes recibieron formación sobre buenas prácticas agrícolas.

La segunda fase de la iniciativa (2018-2021) se centró en ampliar de uno a cinco productos. Los productos desarrollados en la segunda fase son frijoles de cocción rápida, un tentempié de frijoles listos para comer, harina de frijoles de cocción rápida, fideos de frijoles y «trozos» de frijoles utilizados como ingrediente en pan.

Como resultado de las asociaciones público-privadas del proyecto, éste se amplió de un procesado a cinco y la producción de granos se expandió de diez y cuatro distritos en Uganda y Kenia, respectivamente, a 15 distritos en cada país. Ocho procesadores adicionales se encuentran en diversas etapas de obtención de fondos para establecer fábricas. En Kenia se han construido y certificado dos fábricas con capacidad para procesar al menos 15 toneladas de frijoles pre-cocidos por día. Kaweesa George William, un agricultor, comenta:

Antes de que se introdujera el proyecto aquí en 2017, cultivábamos principalmente frijoles para alimentación. Pero a través de la capacitación con NARO y CEDO [una ONG local] nos dimos cuenta de que este tipo de frijol es el cultivo más rentable. Puedes plantar los frijoles y cosecharlos dos veces al año”.

Con el dinero que ganó vendiendo frijoles, Kaweesa compró una pequeña parcela de tierra en la ciudad de Kiboga, en la región occidental de Uganda, donde espera establecer un cultivo comercial de frijoles:

Cuando cultivaba maíz, el precio del kilogramo rondaba entre los 100 y 200 chelines ugandeses (UGX). El frijol ahora se vende a nada menos que UGX 2.000 el kilogramo. Eso es lo bueno de los frijoles. Me las he arreglado para pagar las cuotas escolares de mis hijos y cuidar de ellos sin ninguna dificultad”.

alubia_ojo_de_perdiz_carilla_cc0-2.jpgNakaye cosecha más de 4.000 kilogramos de frijoles al año, con los que gana alrededor de 8 millones de chelines ugandeses, más de 1.300 dólares. Las ganancias provenientes de los frijoles han permitido a Nakaye educar a sus hijos a nivel de colegio y universidad y ha podido comprar una parcela comercial en la ciudad de Kakiri, cerca de Kampala, la capital de Uganda, en la que planea establecer tiendas de alquiler.

Junto con sus hermanos, Nakaye ha construido una casa familiar de ocho habitaciones con las ganancias de los frijoles:

Estos frijoles han cambiado mi vida. Antes no podía ganar 10.000 UGX, pero con estos frijoles puedo ganar un millón de chelines cada temporada de siembra- o incluso más. Suelo plantar entre 1,5 y dos acres”.

A medida que los agricultores continúen beneficiándose de estas variedades de frijoles, muchos podrán cambiar a estufas de gas, solares o eléctricas. George Oketch de Wiga Village en el oeste de Kenia dice que su familia ahora gasta poco dinero en comprar carbón vegetal y comen frijoles con más frecuencia:

Al principio cocinábamos frijoles solo dos veces al mes, pero ahora los comemos tres veces a la semana”.

Aunque el proyecto y los agricultores participantes han logrado mucho, la pandemia de COVID-19 supuso un gran desafió para algunos agricultores.

Muchos tuvieron problemas con la producción en las últimas dos temporadas, ya que las medidas de cierre provocaron que muchos agricultores no pudieran acceder a los insumos agrícolas, y aquellos con familiares enfermos quedaron aislados. Otros tuvieron que gastar la mayor parte de sus ingresos en cuidados de salud para sus familias.

Además de estos costos sanitarios inesperados, cayó el precio del frijol. Según Isaac Mugagga, líder del proyecto, esto fue debido a la sobreproducción y al traspaso de existencias de años anteriores. “Adaptar los contratos en función del volumen en lugar de los precios parece funcionar mejor que fijar precios por adelantado. El comprador contratante ofrece precio de mercado más un pequeño margen para mantener la lealtad de los productores”, dice Mugagga, destacando un posible camino a seguir adelante para agricultores.

Los agricultores siguen siendo positivos. “Hemos estado movilizando a otros agricultores para que comiencen a cultivar frijoles mostrándoles dónde pueden acceder a semillas de calidad y demostrando cómo nos hemos beneficiado de nuestras ganancias. Dijimos que no podíamos abandonar el cultivo de frijoles”, dice Kaweesa, quien planea aumentar el tamaño de su granja de frijoles de dos a cinco acres.

Cuando los desafíos relacionados con la COVID-19 hayan disminuido, también Nakaye quiere esforzarse en cultivar más frijoles: “Queremos aumentar la producción junto con otros agricultores ”.

Pius Sawa

Fuente: The Niles

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

[CIDAF-UCM]

Autor

  • Periodista multimedia que reside en Kenia. Tiene más de diez años de experiencia en radio, televisión y reportajes en línea. Es propietario de Zetu Media Services en Kenia. (Fuente: The Niles)

    @kharunda

Más artículos de Pius Sawa
Tirailleurs, por Bartolomé Burgos

Tirailleurs, por Bartolomé Burgos

Una película sobre sobre los soldados africanos que combatieron con los poderes coloniales durante las dos guerras mundiales atrae la atención sobre...