Médicos Sin Fronteras (MSF) acusó a la Guardia Costera Libia (LCG) de obstaculizar un intento de salvar a más de 170 personas que realizaban el peligroso viaje marítimo hacia Europa. En un comunicado, la organización afirmó que su barco acudió el pasado sábado al rescate de dos embarcaciones en aguas internacionales: una pequeña embarcación de fibra de vidrio que transportaba a 28 personas y una embarcación de madera de dos pisos con 143 personas a bordo, ambas parecían estar en peligro. Las personas a bordo de los barcos eran mayoritariamente refugiados de origen sirio e incluían varios niños menores de 13 años, muchos de ellos viajando solos. La organización comunicó que mientras se acercaba al barco más grande, la LCG también se acercó y realizó maniobras que pusieron a las personas a bordo en una situación de riesgo aún mayor.
En un vídeo grabado por la tripulación de un avión de apoyo operado por la ONG de salvamento marítimo, Sea-Watch, se ve una patrullera situándose entre dos botes operados por MSF, uno de los cuales ya había comenzado a subir personas a bordo. El posicionamiento imposibilita que el segundo bote auxiliar se acerque al barco en peligro.
Juan Matías Gil, jefe de la misión de búsqueda y rescate de MSF en Roma, informó que la LCG había intentado remolcar uno de los botes.
“Nunca íbamos a permitir esto. Nosotros [el barco Geo Barents] navegamos bajo bandera noruega, por lo que el barco está en territorio noruego en aguas internacionales. No sabemos dónde habríamos terminado si hubieran logrado abordar nuestro barco”
Gil comunicó que la interferencia con su misión duró alrededor de dos horas, a pesar de comunicarse en inglés y árabe con la LCG, que según el derecho internacional está obligada a rescatar a cualquier persona en peligro. Después de tensas negociaciones y la participación de autoridades italianas, noruegas y libias, la LCG abandono la escena, “no sin antes lanzar nuevas amenazas contra nosotros«, afirma MSF.
La mejora del tiempo ha provocado un aumento en el número de personas que son traficadas a través del Mediterráneo en embarcaciones inadecuadas. Según los últimos datos de Frontex, la agencia de fronteras de la UE, 4.315 personas cruzaron desde el norte de África a la UE a través del Mediterráneo en enero y febrero, esperándose un aumento en las próximas semanas. La Organización Internacional para las Migraciones señaló la semana pasada que el Mediterráneo sigue siendo la ruta más peligrosa para migrantes y refugiados con más de 3.000 muertes y desapariciones en 2023 y 300 en lo que va de año.
La UE, que proporciona apoyo financiero a la LCG, declaró que todas las autoridades habían actuado de conformidad con el derecho internacional. Un portavoz de la Comisión Europea informó:
“No podemos controlar las acciones de los individuos. Cuando se trata de búsqueda y salvamento, está claro que la búsqueda y salvamento es una obligación internacional para todos y el derecho marítimo internacional es muy claro. Se deben evitar en todo momento todas las acciones que pongan en riesgo la vida de las personas”.
Autores: Lisa O’Carroll
Fuentes: The Guardian – Imagen: Galopax – Wikipedia
[Traducción y edición, Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]
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