La competencia que existe para conseguir las escasas materias primas y el continuo crecimiento de consumo a nivel global hace que África sea un continente muy atractivo para la UE y las compañías transaccionales. Los materias primas juegan un papel clave en la competitividad industrial especialmente en las nuevas tecnologías. La UE está preocupada por asegurarse acceso a los materias primas tales como los minerales, el petroleo, el gas que tan necesarios para la energía y asegurar la producción de bienes y nuevas tecnologías que sean más respetuosas con el medio ambiente.
En la actualidad, los europeos consumimos cuatro veces más recursos que la gente de África. Además, el crecimiento de consumo global está llevando a las naciones a competir por el control de los recursos naturales en África. Las estimaciones prevén un problema serio de suministro para la UE de energía y materias primas debido a la competitividad de los recursos naturales con los países emergentes (BRICS) lo mismo que otros países industrializados tales como USA y Japón. ¿Pero cómo va a afectar a África el crecimiento de consumo global ?
El crecimiento del consumo de materias primas afecta directamente la explotación de los recursos naturales en África e igualmente al control de sus minas. Este crecimiento está produciendo nuevos niveles de producción y disminuyendo los recursos en África y está abasteciendo nuevos conflictos armados para ganar el control de los recursos naturales, como se puede ver en la reciente intervención de Francia en Mali o la continua lucha por el control de las minas de coltan en el Congo.
Esta situación está afectando a las poblaciones de las áreas mineras también. La explotación de los minerales y el petroleo está contaminando el ambiente alrededor de las minas y la explotación de los lugares está afectando la vida y la salud de la población.
Igualmente los trabajadores tienen delante de ellos largas horas de trabajo y están sufriendo condiciones laborables muy pobres; incluso niños están trabajando en las minas y poniendo sus vidas a riesgo.
Y además, las continuas presiones de la UE de imponer leyes y regulaciones que aseguren el avituallamiento de los materias primas , reduce la independencia de los países africanos para poder llevar sus políticas de economía en esta área. La UE insiste en la liberalización del acceso a las materias primas, pero las positivas consecuencias son en la mayoría para la UE. El libre acceso a las materias primas, las pobres condiciones de trabajo, lo barato que es el disponer de los residuos y la falta de cuidado ambiental permite a las compañías europeas reducir el precio de sus productos y ser más competitivos con productos que llegan de países desarrollados.
Cuando las materias primas son transportadas África pierde la posibilidad de desarrollar su sector industrial y de crear nuevos empleos. Los países africanos tienen que enfrentarse a dos problemas. Por un lado, la necesidad de desarrollar la producción domestica procesando su materia prima y por otro lado, necesitan competir con otros países.
Y finalmente pero no menos importante, el crecimiento del consumo global ya ha tenido un severo impacto en el ambiente. La corriente económica existente de neo-liberalismo no pone mucha atención en los residuos de la producción y consumo ni en problemas como la perdida de la bio- diversidad , la polucion del agua, la degradación del paisaje y el calentamiento global que esta afectando severamente a los países Africanos. Contra mas consumo existe, mayor es y será el impacto social y ambiental en África. El continuo consumo global pide de África mas y mas materias primas baratas. Esto significa que los gobiernos están obteniendo fáciles ingresos y pagando menos atención a las consecuencias a largo plazo. La Unión Europea quiere imponer su esquema legal a los gobiernos africanos pero no a las industrias europeas que trabajan en África. Esta incluso pensando en la posibilidad de desafiar a los gobiernos africanos si sus regulaciones dañan los intereses económicos de las empresas.
El crecimiento económico que muchos países africanos han experimentado en los años recientes no es suficiente para sobrellevar su pobreza. Los países Africanos deben de establecer iniciativas para proteger sus economías, apoyar la producción local, promover las industrias nacionales que procesan las materias primas , animar a la transparencia de acuerdos con las compañías transaccionales que operan en sus territorios y priorizar medidas sociales y ambientales que protejan a las generaciones futuras. Pero sobre todo, el consumo global es un problema que debe de resolverse con los hábitos de consumo de la gente. La dinámica de crecimiento de la economía y el consumo no puede olvidar la balanza entre el desarrollo social y la preservación de la naturaleza.
Jose Luis Gutierrez Aranda
AEFJN Bruselas
Traducido para Fundación Sur