Más libros de texto para los niños de Zimbabue

21/05/2010 | Crónicas y reportajes

Siphiso Nyoni, de 15 años, corre a casa cuando suela la campana que avisa de que ha terminado el día de instituto, en Luveve, en Bulawayo, la segunda ciudad más grande de Zimbabue, porque ella comparte sus libros de texto con otros cinco niños y debe terminar sus deberes tan pronto como sea posible.

“Algunas veces te ves obligada a correr haciendo los deberes y en el proceso cometes errores tontos porque alguien está esperando su turno para utilizar el mismo libro de texto”, declara la niña a IRIN.

El débil sistema de educación de Zimbabue, que una vez fue un modelo para el resto del África Subsahariana, cedió ante la crisis económica y política de la última década, cuando una escasez de alimentos generalizada, hiperinflación, cólera y una huelga de profesores de casi un año de duración, en 2008, llevó a un declive dramático de la situación y la calidad de la enseñanza, hasta casi el derrumbamiento total del sistema.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, señala que la financiación pública del sector ha descendido significativamente, dejando a la mayoría de las escuelas sin fondos para adquirir ni siquiera los materiales de enseñanza más básicos, como libros y papelería. “Tenemos que arreglarnos con lo que hay porque la escuela no puede dar libros de texto para todos”, señalo Nyoni.

En enero de 2010 el ministerio de Educación, Deporte y Cultura marcó la proporción de libros de texto por alumno, en un libro por cada 10 alumnos, pero los profesores en la capital, Harare, han informado de casos de 40 alumnos compartiendo un libro de texto en algunas escuelas.

“Es difícil enseñar y motivar a los alumnos cuando toda una clase debe compartir cinco libros de texto”, declaró Aquillina Dhiwayo, profesora de Luveve. La escuela diseñó un plan en el que los alumnos que viven en el mismo barrio son agrupados, para que puedan compartir el mismo libro de texto más fácilmente.

Sin embargo, este reparto de libros de texto y deberes podría terminar pronto. UNICEF ha dado más de 50 millones de dólares estadounidenses, con los que David Coltart, el ministro de Educación, Deporte y Cultura, ha dicho que esperan mejorar la proporción de libros de texto por alumno a uno por cada uno, a finales de año.

“El equipo tendrá que reunirse con los profesores, padres y miembros de la asociación de desarrollo en la escuela para escuchar sus preocupaciones sobre el asunto, que afectan a la educación”, declaró a IRIN Coltart, “Esperamos completar esta tarea para finales de año”.

(IRIN, 21-05-10)

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