Más guerra y destrucción en Sudán, por Alberto Eisman

5/09/2011 | Bitácora africana

Desde que el país se dividiera en dos, el 9 de Julio del presente año, las noticias procedentes de ambos lados de la nueva frontera no cesan de llegar y parece ser que la situación en el Sudán (del Norte huelga decir) se complica cada día más.

Aparte de la irresoluta situación de Darfur y los continuos ataques a civiles registrados en la región del Sur Kordofán (denunciados ya por Amnistía Internacional y otras organizaciones de Derechos Humanos), ahora la situación toma carices aún más dramáticos en la región del Nilo Azul, una de las zonas fronterizas con el Sur Sudán y en la que el gobierno central parece haber querido embarcarse en una campaña de eliminación de cualquier resistencia interna, sobre todo la asociada con la rama norteña del partido del SPLM (aliado del gobierno del Sur Sudán).

Esta nueva ofensiva gubernamental para reducir la oposición interna ha comenzado con el mismo gobernador del Nilo Azul, Malik Agar, el cual, a pesar de haber sido elegido democráticamente, ha sido substituido a través de un decreto presidencia por un gobernador militar de la confianza del presidente Bashir. La misma residencia del gobernador saliente ha sido bombardeada desde el aire, lo mismo que diferentes ciudades de la zona que han sido puestas en nivel de alarma. Esta ofensiva por parte del ejército gubernamental ha producido ya el desplazamiento de 50.000 civiles.

El presidente del ACNUR, Antonio Guterres, ha pedido un cese inmediato de la violencia, ya que los informes que llegan de la zona son altamente preocupantes, con actividades muy similares a las de una limpieza étnica pero en este caso de tipo político.

En la ciudad de Damazin, fuerzas gubernamentales van casa por casa registrando personas e inmuebles. Muchos han huido a otras zonas por miedo a la violencia y se prevé que en los próximos días continúe la misma tendencia que se ha visto en el Sur Kordofán, con un gobierno dispuesto a obstaculizar cualquier esfuerzo humanitario y a impedir accesos tanto de organizaciones como de periodistas.

Una tragedia interna vuelve a engullir al Sudán, y hace disminuir incluso más la credibilidad del presidente Bashir y de su Partido Nacional del Congreso, enrocado en posturas intolerantes, manifestando el temor de las élites políticas de que actividades de la oposición se conviertan en el germen de una revolución que amenazaría el régimen de corte islamista que desde el 1989 impera en el Sudán.

Noticias de hace unas cuantas horas hablan de que todas las oficinas del SPLM en el Norte han sido asaltadas y clausuradas por parte de fuerzas de seguridad, representantes de este partido han sido arrestados y grandes cantidades de material han sido confiscados. Obviamente, el partido gubernamental tiene bastante miedo de que el SPLM pueda aglutinar alrededor de sí muchos más apoyos que otros partidos más tradicionales de oposición. Según mi opinión, ésta es la razón por la que las fuerzas gubernamentales se están ensañando tan a conciencia para poder desfenestrar esta asociación política.

Dice el refrán que cuando las barbas de tu vecino veas quemar,
pon las tuyas a remojar, y, ante lo que está pasando en Libia, Siria, Egipto, Túnez y Yemen… esto es lo que están haciendo Bashir (no lo olvidemos, en la lista de buscados de la Corte Internacional de Justicia) y sus secuaces. Quieren sobre todo salvar el pellejo, aunque tengan que rodar muchas cabezas todavía.

Original en En Clave de África

Autor

  • Alberto Eisman Torres. Jaén, 1966. Licenciado en Teología (Innsbruck, Austria) y máster universitario en Políticas de Desarrollo (Universidad del País Vasco). Lleva en África desde 1996. Primero estudió árabe clásico en El Cairo y luego árabe dialectal sudanés en Jartúm, capital de Sudán. Trabajó en diferentes regiones del Sudán como Misionero Comboniano hasta el 2002.

    Del 2003 al 2008 ha sido Director de País de Intermón Oxfam para Sudán, donde se ha encargado de la coordinación de proyectos y de la gestión de las oficinas de Intermón Oxfam en Nairobi y Wau (Sur de Sudán). Es un amante de los medios de comunicación social, durante cinco años ha sido colaborador semanal de Radio Exterior de España en su programa "África Hoy" y escribe también artículos de opinión y análisis en revistas españolas (Mundo Negro, Vida Nueva) y de África Oriental. Actualmente es director de Radio-Wa, una radio comunitaria auspiciada por la Iglesia Católica y ubicada en Lira (Norte de Uganda).

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