Con la Campaña “No estoy en venta”, Misiones Salesianas denuncia la trata infantil a través de los testimonios de niños como Kawi, un joven de Benín que fue víctima del tráfico infantil. Actualmente tiene 15 años y desde el Centro Don Bosco donde está aprendiendo a leer y escribir, recuerda cómo su abuela le vendió a una familia para que trabajara en el servicio doméstico. La dueña de la casa le pegaba y quemaba con agua hirviendo, además de hacerle cortes con cuchillos. Pero el tráfico que sufrió de niño queda atrás y hoy aprende un oficio que hará que cambie su futuro.
La campaña “No estoy en venta” es una de las acciones que Misiones Salesianas propone para el 12 de junio Día Contra el Trabajo Infantil para denunciar que, como Kawi, más de un millón de niños son víctimas de la trata infantil en el mundo; y más de 9 millones son víctimas de la esclavitud. Solo en África Occidental, más de 300.000 niños, niñas y jóvenes son vendidos y caen en manos de mafias que los venden para trabajar en el servicio doméstico, en el campo, en las minas, en los mercados o en burdeles. Los países de la zona (Benín, Burkina Faso, Costa de Marfil, Gabón, Malí, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo) han firmado los convenios internacionales que protegen a los menores. Sin embargo, los Estados no dedican los suficientes recursos, denuncian Misiones Salesianas.
Desde el Área de Proyectos de Misiones Salesianas, explican que la pobreza, la demanda de mano de obra barata, la desestructuración familiar, los conflictos, la tradición o la desigualdad de género son causas de esta terrible lacra a la que los misioneros se enfrentan cada día. “Casas de Acogida, observatorios en las fronteras, unidades móviles, teléfonos de atención al menor, incidencia en las políticas públicas, trabajo de reinserción y con las familias… son acciones que los misioneros llevan a cabo en estos países”, explica Patricia Rodríguez, del Área de Proyectos.
OMPRESS