Según fuentes consistentes, en menos de un año ya han perdido la vida 32 mineros de oro en todas las minas de la provincia de Cibitoke, al noroeste de Burundi. Al mismo tiempo, más de cien mineros de oro resultaron gravemente heridos. En la mayoría de los principales yacimientos mineros de las comunas de Mabayi, Bukinanyana y Murwi se pueden ver agujeros de varios metros de profundidad por todas partes. «Los niños y las personas mayores suelen sufrir lesiones al caer accidentalmente en los agujeros no bloqueados», se lamenta uno de los mineros de oro cuyo hijo murió. Además, estos agujeros también llevan a situaciones de desacuerdo entre vecinos y provocan la caída de ganado y deslizamientos de tierra, especialmente durante la época de lluvias.
Los mineros de oro a menudo son sorprendidos en los agujeros por el agua de escorrentía y el barro y son enterrados a varios metros de profundidad, donde el rescate se vuelve muy difícil. La misma historia para un administrador que habló abiertamente. Por otro lado, Los responsables de estas explotaciones mineras denuncia la existencia de mineros de oro ilegales que operan fuera del marco legal. Uno de ellos indica que la mayoría de los mineros de oro víctimas de los accidentes no son miembros de cooperativas oficialmente reconocidas y operativas. Sin embargo, algunos observadores hablan de falta de voluntad por parte de los responsables de las minas que siguen explotando a los trabajadores.
Autor: Jackson Bahati
Fuente: Iwacu – Imagen: Pikne; Julien Harneis
[Traducción y edición, Paloma Vázquez]
[CIDAF-UCM]