Sin ayuda urgente, más de 30.000 personas podrían morir de hambre en las regiones de Sudán del Sur más devastadas por la guerra civil, y decenas de miles más están amenazados por el hambre, advirtió ayer jueves la ONU.
Aunque el estado de hambruna no ha sido todavía declarado oficialmente Sudán del Sur atraviesa su peor fase en estos 22 meses de un conflicto marcado por numerosas atrocidades, crímenes de guerra y el bloqueo alimentario.
«Por lo menos 30.000 personas viven en condiciones extremas y están en riesgo de morir de hambre», dijo un comunicado conjunto de tres organizaciones de Naciones Unidas: UNICEF, la Organización para la Agricultura y Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Las zonas más afectadas se encuentran en la unidad norte del estado norte, la principal zona petrolera del país, donde tienen lugar intensos combates, acompañados por secuestros y violaciones. A pesar de un acuerdo de paz firmado a finales de agosto.
Alrededor de 3,9 millones de personas están afectadas por esta crisis alimentaria, esto representa un tercio de la población total, una cifra más del 80% en comparación con el mismo período del año pasado, según las agencias de la ONU.
Un conjunto de criterios técnicos definen una situación de hambruna. Éstos se agrupan en un «Marco Integrado de Clasificación de la Seguridad Alimentaria» (IPC), que se ha convertido en el estándar más utilizado.
El IPC distingue cinco fases posibles en la situación alimentaria de un país, siendo la quinta la de «catástrofe / hambruna». Cuando más del 20% de la población de una región está en la fase de «catástrofe», la tasa de mortalidad es superior a dos personas por cada 10.000 por día y la desnutrición aguda afecta a más del 30% de la población, se declara el estado de “hambruna”.
Un informe del IPC publicado el jueves por la ONU advierte de que sin ayuda humanitaria «inmediata y urgente» «es probable que la situación se deteriore para pasar a convertirse en hambruna» para 30.000 personas.
En el borde de una catástrofe
Si bien grandes partes de Unity y de los estados del Alto Nilo (noreste) ya están clasificados en la fase 4, llamada «emergencia», algunas áreas de Unity pasarán a la fase 5.
«Desde el comienzo de la guerra en Sudán del Sur han pasado casi dos años, y esta es la primera vez que un análisis del IPC determina que una parte de la población se encuentra en la fase 5”
Las zonas más afectadas son los condados de Leer, Guit, Koch y Mayendit, lugares donde los intensos combates han obligado a las ONG a retirarse en los últimos meses.
«La gente está al borde de una catástrofe que puede evitarse», dijo Joyce Luma, funcionario del PMA en Sudán del Sur.
Sudán del Sur es desde diciembre 2013 el escenario de una guerra entre el ejército leal al presidente Salva Kiir y una rebelión encabezada por su ex vicepresidente y rival, Riek Machar.
La guerra civil marcada por masacres, atrocidades y una violencia sin precedentes atribuidas a ambos bandos, ha dejado, de momento, decenas de miles de muertos y ha hecho que unos 2,2 millones de sudaneses del sur huyan de sus hogares.
«Desde que comenzaron los combates, los niños son víctimas de los conflictos, la enfermedad, el miedo y el hambre», declara el jefe de UNICEF en Sudán del Sur, Jonathan Veitch. «Sus familias han demostrado ser ejemplares en su apoyo, pero ahora se han agotado todos los mecanismos de supervivencia. Las agencias podemos ayudarles, pero sólo si tenemos acceso completo a las zonas afectadas. De lo contrario, muchos niños pueden morir «, añadió.
Esta hambruna sólo podría haberse evitado, hace un año, con la intervención masiva de organizaciones humanitarias.
afriqueexpansion.com – (Fundación Sur)