Más de 170 condenados a muerte fueron trasladados desde Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo (RDC), a una prisión de alta seguridad en el norte del país, donde serán ejecutados, según anunciaron este lunes las autoridades congoleñas.
Según el Ministro de Justicia congoleño, Constant Mutanga, 70 de los condenados fueron trasladados, junto con otros 102 presos que ya habían sido enviados, a la prisión de Angenga, en la provincia de Mongala, en el norte del país.
Los convictos fueron condenados por robo a mano armada y son conocidos localmente como “Kulunas” o bandidos urbanos.
La mayoría tienen entre 18 y 35 años, según informa el ministro de Justicia en un documento que no especifica la fecha en que se producirían las ejecuciones.
Algunos ciudadanos creen que la medida es un medio para restablecer el orden y la seguridad en las ciudades, mientras que otros están preocupados por los riesgos de abusos y violaciones de derechos humanos.
Fuente: O Pais
[Traducción y edición, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]