Estos dos países del África atlántica se están desarrollando a buen ritmo y por ello sufren de un desequilibrio entre la energía que producen y la necesita el consumo creciente de sus ciudades y el aumento progresivo de sus industrias.
La situación de Marruecos
El gobierno de Rabat tiene un plan energético muy ambicioso: Al horizonte de 2020, las energías renovables representarán el 42% de la producción nacional. Todas sus grandes inversiones van en esa dirección, privilegiando en particular la energía solar.
“El Plan Solar Marroquí aspira a convertirse en un verdadero motor de nuestro desarrollo humano y económico. Actualmente, estamos consolidando nuestra estrategia gracias a una conciencia general y con el aporte de todos los actores socio-económicos”, dijo Mustafá Bakkury, presidente de la junta directiva de la Agencia Marroquí de Energía Solar (MASEN), hablando en Marrakech en la 18ª Conferencia Internacional “SOLAR PACES” que por primera vez se ha reunido en África. (Solar Power Chimical Energy System).
Durante los próximos ocho años, nueve mil millones de $ USA por lo menos serán invertidos en la construcción de cinco parques solares, para alcanzar una producción de 2.000 megavatios en el 2020.
Ya existe sólo un sistema híbrido de energía solar combinada con gas natural en Ain Beni Mathar, (al noroeste del país). En marzo de este año comenzaron las obras del primer parque de Uarzazate (sur), que se convertirá en la instalación termo-solar más grande del mundo, con una capacidad de 500 megavatios.
Pero Marruecos, que se ve obligado a importar el petróleo que no tiene, con un gasto prohibitivo para el erario público, también está apuntando para la energía eólica. El viceministro de Energía, Mohamed Zniber, habló también en “Solar Paces” sobre este asunto y reiteró que en 2020, gracias al sol y al viento, las emisiones de CO2 se reducirán en 3,200.000 toneladas.
Debemos tener presente, para comprender la urgencia de este plan, que este año Marruecos ha aumentado el consumo de energía en un 10%.
Otro dato de la importancia que nuestro vecino del sur está dando a las energías alternativas es que en 2013, del 13 al 16 de febrero, se celebrará en Marrakech el Salón Internacional de la Energía Solar, en el que participan las empresas españolas, que colaboran con el reino alauí para su autosuficiencia energética renovable. Tanto el sol como el viento abundan y gratis. Si Marruecos consigue cumplir con los plazos previstos podemos decir que ha escogido el buen camino. Hacemos votos para que así sea con la colaboración española.
La crisis energética de Senegal
En los últimos años de gobierno del anterior presidente Wade, se hicieron famosos los cortes de corriente eléctrica. Tanto es así que fue una de las causas mayores de descontento popular y protestas en las calles de Dakar.
A mediados de octubre, el primer ministro, Abdul Mbayane, reconoció la realidad de la crisis energética y del desequilibrio de distribución de energía entre las ciudades y las zonas rurales.
Cada uno se las arregla como puede. Hay negocios que necesitan que los frigoríficos funcionen continuamente: bares, restaurantes, hoteles y los supermercados y tiendas de alimentación…Igualmente los hospitales necesitan abastecimiento garantizado de electricidad en los quirófanos y otros servicios en los que hay aparatos electrónicos, informáticos y laboratorios…
La solución de los particulares es la multiplicación de los grupos electrógenos movidos con combustibles fósiles, sea gasolina o gasóleo. Senegal no tiene hasta ahora yacimientos de hidrocarburos. Al tenerlos que importar la factura energética es muy pesada para las arcas estatales.
Así lo ha afirmado Mbayane en la inauguración de un coloquio de tres días de duración, sobre “los retos de Senegal, para un acceso universal a la energía, balance y perspectivas.” Organizado por la Asociación de diplomados en la Escuela Politécnica de Thiès (ADEPT).
Las conclusiones que han sacado de estos coloquios son las siguientes: El porcentaje de cobertura de la electrificación a nivel nacional es del 54%, con un reparto desigual: en las zonas urbanas se llega al 90% , mientras que los pueblos y zonas rurales sólo alcanzan el 24%. En el presupuesto del Estado de 2012 las subvenciones para el sector eléctrico suman 120 millones de Frs. Cfa. ( = + ó – a 180.000 €), tanto como el presupuesto para Agricultura y más que el presupuesto para Sanidad.
La solución a medio plazo está en las energías renovables diversificadas y complementarias: la solar y la eólica. La cuestión es encontrar precios asequibles en los paneles solares fotovoltaicos y en los “molinos de viento”.
El jefe del gobierno senegalés explicó: “Senegal está fuertemente comprometido con cerrar la brecha de infraestructuras energéticas en todo el territorio nacional. Nuestra ambición es alcanzar de aquí a 2017, un nivel nacional de electrificación del 70%, que sería 80% en las zonas urbanas y del 50% en las rurales. En ese espacio de tiempo la contribución de las energías renovables sería del 15%. Para realizar este plan contamos con la implicación del sector privado.”
Próximamente se creará un laboratorio de control de los productos derivados del petróleo, que pasarán un control después de ser importados y antes de pasar al circuito de comercialización, para garantizar la calidad de los mismos.