El último discurso del Rey Mohammed VI sobre la cuestión del Sáhara, considerado «directo» y «firme», ha suscitado una fuerte movilización en todo el país, principalmente a través de la adhesión a la campaña de sensibilización de los partidos políticos y de apoyo a las peticiones de más “vigilancia».
Además de los comunicados de una treintena de partidos políticos elogiando altamente el «nuevo impulso» que se quiere dar a la cuestión del Sáhara, después de 34 años, la escena mediática del país está dominada por las reacciones «positivas» que ha suscitado el discurso del rey de Marruecos, descrito por algunos como el «más significativo» de su género, desde la entronización de Mohammed VI, el 30 de julio de 1999.
Aparte de pequeños grupos de extrema izquierda, que han permanecido en silencio, todos los componentes del espectro político del país han acogido con satisfacción la «respuesta» del Rey para “atajar” hacia un nuevo status quo.
Los mismos parlamentarios del país entablaron discursos y cuestiones orales para la focalización en esta «movilización».
Ya está recorriendo el país una caravana – debate sobre el proyecto marroquí de autonomía para el Sáhara, hasta el próximo 25 de diciembre, mientras que las negociaciones sobre el Sáhara están prácticamente en un punto muerto.
Patrocinada por el Rey Mohammed VI, la caravana denominada «Sí a la Autonomía», quiere destacar «la unanimidad de los marroquíes en torno a la solución de una amplia autonomía para el Sahara», según indican los organizadores del evento.
También se están organizando cenas – debate en Rabat, Asilah (norte), Fez (noreste) y El Aaiún, la principal ciudad del Sáhara, donde la soberanía de Marruecos es impugnada por el Frente Polisario desde su fundación en el suroeste de Argelia.
Marruecos presenta el plan de autonomía como «única solución posible» para el Sahara, bajo su soberanía efectiva desde finales de 1975, cuando se retiraron los colonizadores españoles.
El Frente Polisario exige un referéndum sobre el autogobierno, considerado «inaplicable» y «poco realista» por Rabat, apoyado por capitales influyentes, con Washington a la cabeza.
El viernes pasado, el rey de Marruecos informó de la disposición de su país para enfrentar «la escalada beligerante» sobre la cuestión del Sáhara, en un discurso muy esperado, con ocasión del 34 aniversario de la recuperación del territorio por Marruecos después de la salida de los colonizadores españoles.
«Los enemigos de nuestra integridad territorial se han esforzado en contrarrestar la dinámica de negociación que nuestra iniciativa (autonomía propuesta en abril de 2007) puso en marcha en la ONU. Están provocando una escalada de hostilidad, sólo para fomentar un plan de conspiración «, dijo el rey de Marruecos.
«Al reafirmar nuestro compromiso con el proceso de la ONU de negociar en torno a nuestra Iniciativa de autonomía, creemos que ha llegado el momento de afrontar esta escalada beligerante con toda la fuerza necesaria, demostrar un patriotismo sincero y una gran claridad en nuestras posiciones, y garantizar que cada uno asuma sus propias responsabilidades», declaró Mohammed VI.
«Con responsabilidad, afirmamos que no hay espacio para la ambigüedad y duplicidad: el ciudadano o es marroquí o no lo es. Atrás quedaron los días de doble juego y la evasión. Ha llegado la hora de la claridad y la obligación asumida. O se es un patriota o se es un traidor», añadió el rey.
En octubre pasado, un grupo de siete disidentes, originarios del Sahara, visitaron los campamentos del Polisario y se reencontraron con varios de sus dirigentes y funcionarios de seguridad en Argelia, según varias fuentes. Al regresar al país, fueron detenidos y llevados ante el fiscal por «contactar con el enemigo y por espionaje». Ahora este grupo podría comparecer ante un tribunal militar por «espionaje».
Los encausados han servido de «quinta columna» en el Sahara y han recibido un fuerte apoyo financiero para «sembrar intranquilidad” en la región y en algunas universidades, el objetivo es «cuestionar» el respeto de Marruecos por los Derechos Humanos en el Sahara. Marruecos recuerda que desde finales de los años 80, miles de saharauis han huido de los campamentos de Tinduf para unirse a Marruecos.
En junio de 2007, se inició un proceso de negociación bajo los auspicios de las Naciones Unidas en suelo americano, pero se esfuerza por encontrar un terreno común entre los dos protagonistas principales, Marruecos y el Polisario, apoyado por Argelia.
La fecha para la quinta ronda de negociaciones todavía debe ser fijada de común acuerdo entre Marruecos y el Polisario.
(Agence de Presse Africaine, 11-11-09)