Según el Índice de Innovación Global publicado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), Marruecos, Mauricio y Sudáfrica emergieron en 2022 como los principales países líderes en innovación en África. Según la organización, el trío se ha acercado significativamente a las economías desarrolladas en el ranking en los últimos años. Regionalmente, la OMPI destaca el trabajo de Tanzania, Kenia, Uganda, Burundi y Ruanda, países que tienen en común su hermanamiento a través del bloque de la Comunidad de África Oriental (EAC/CAO).
En el grupo de países de ingresos medios-bajos, Tanzania, Marruecos, Túnez, Kenia y Zimbabue se desempeñaron por encima de las expectativas. Por otro lado, Burundi, Ruanda, Madagascar y Mozambique obtuvieron mejores resultados en innovación en relación con su desarrollo en el grupo de ingresos bajos. Sudáfrica superó las expectativas en el grupo de ingresos medios altos, mientras que Mauricio se desempeñó dentro de las expectativas en el mismo grupo. El desempeño de innovación de Ghana y Senegal estuvo en línea con su desarrollo económico en la categoría de ingresos medios-bajos.
Este también es el caso de Etiopía, Uganda, Burkina Faso, Togo y Níger en el grupo de bajos ingresos. El resto de las naciones, incluida Nigeria, así como en la altamente innovadora Botsuana, se desempeñaron por debajo de las expectativas según el informe. Guinea es el país menos innovador este año en un índice que encuestó a 31 países africanos. A su vez, la OMPI sostiene que, en comparación con el resto del mundo, África sigue siendo el continente menos innovador. La encuesta clasifica a Suiza como el principal destino mundial para la innovación, seguido de Estados Unidos.
En los últimos años, África se retrasó significativamente en la transformación digital, viviendo un impulso a raíz de la pandemia de la COVID-19, que actuó como un catalizador muy necesario en la construcción de industrias en torno a tecnologías de vanguardia. En consecuencia, los líderes empresariales se dieron cuenta de la necesidad urgente de adaptarse a los entornos digitales y a la nube, haciendo uso de las tecnologías blockchain y de la inteligencia artificial, al mismo tiempo que aumentaban su personal en estas áreas tecnológicas.
Fuente: The Citizen
[Traducción y edición, Jorge Moral Vidal]
[CIDAF-UCM]
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