Por todo el país se multiplican las protestas y disturbios. Casi todos tienen una causa común: La carestía de la vida y los abusos del poder.
Entre todos los motines, el más sangriento aconteció el 7 de junio en Sidi Ifni, se trataba de una manifestación pacífica contra el paro en la ciudad, que fue aplastada con tal brutalidad por las fuerzas del orden, que el pueblo se sublevó de verdad, levantando barricadas callejeras, hubo conatos de linchamiento de alguna autoridad e incendios de edificios.
Las fuerzas del orden se transformaron en instrumentos de represión. Se despacharon a su gusto, dando paso a su ferocidad. Hubo decenas de heridos y de presos, entre ellos, Brahim Bara, del comité marroquí de Attac, la TV árabe Al Jazeera habló de “uno a cinco muertos”, Malika Jabbar, de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Marruecos, ha denunciado “violaciones de mujeres” por los gendarmes y militares.
Un botón para muestra
Se trata de una estudiante de 20 años de la universidad de Marrakech, su nombre es Zahra Budkur, participaba en una marcha de protesta. Al ser detenida, fue golpeada por la policía y encarcelada con centenares de compañeros y condiscípulas en la tristemente famosa comisaría de la plaza Jamaâ El Fna, visitada durante el año por millares de turistas. Sus carceleros la obligaron a desnudarse y así estuvo todo el tiempo, que duró su prisión. Coincidió que en aquellos días tuvo la menstruación y no la dejaron lavarse, pasó por esta humillación ante mayoría de jóvenes y hombres. Con ganas de morir, protesta Zahra emprendiendo una huelga de hambre. Se hallaba en coma y su vida corría grave peligro. La noticia fue publicada por el semanario marroquí “Le Journal Hebdomadaire” el 26 de julio 2008.
No pudimos tener confirmación de su muerte o actual estado de salud.
Yo pregunto: ¿Ha oído alguien en España hablar de esta joven universitaria? ¿Nuestro medios de comunicación, tan atentos a las violencias de género, han dicho algo del caso trágico de esta muchacha? Ni una palabra. Yo lo he sabido por la prensa francesa, que en este campo de la información es más objetiva y quizás más valiente o menos politizada.