En reacción a la directiva europea sobre el retorno voluntario de inmigrantes, Marruecos ha declarado que protegerá los intereses de sus ciudadanos en Europa, que se calcula que son cerca de 4 millones.
El Ministro a cargo de los marroquíes que viven en el extranjero, Mohammed Ameur, en una rueda de prensa en Rabat, explicó la posición oficial de su país, señalando que Marruecos tiene medios para proteger a sus ciudadanos en Europa.
Marruecos ya ha firmado una serie de acuerdos con países europeos, para intensificar la actual tendencia de algunos países europeos de tratar cara a cara el asunto de la inmigración. El tratamiento de los medios de comunicación al asunto de la migración es una de las principales preocupaciones del Departamento de migraciones, ha declarado el responsable de Marruecos.
Desde el pasado mes de diciembre, los marroquíes que viven en el extranjero, MRE, están siendo representados al nivel de la administración del rey de Marruecos. El organismo, que es un observatorio para el análisis de la emigración, según su texto fundacional, pretende dar opiniones y recomendaciones sobre proyectos legislativos y regulatorios que atañen a la migración y orientaciones sobre políticas públicas, así como tomar medidas para asegurar los derechos y reforzar su contribución al desarrollo humano en Marruecos.
Las transferencias de MRE a su país suman 55.000 millones de dírham en 2007, (alrededor de 8.000 millones de dólares), comparado con los 48.000 millones de dírham que enviaban en 1997.
La directiva del retorno, es una fuerte medida contra la inmigración dentro del espacio de la Unión Europea, y estipula sanciones mucho más severas contra los migrantes indocumentados.
Con ella, los inmigrantes ilegales que se registren para el retorno voluntario, tendrán un máximo de 30 días para abandonar el territorio europeo. Además, cualquier actitud que el país “anfitrión” considere como una negativa a cooperar, por parte de un inmigrante documentado, puede ser castigada con 18 meses de prisión, en centros construidos exclusivamente para este propósito. Después, serán repatriados y tendrán prohibido ir a cualquier país de la Unión Europea durante cinco años.
La medida fue criticada por muchas personalidades de tendencias de izquierdas y por organizaciones de Defensa de los Derechos Humanos. En Latinoamérica, el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez ha pedido a los países del sur que tomasen represalias contra los países signatarios de dicha directiva.
Hasta la fecha, Marruecos es el primer país africano que menciona dichas medidas, para tomar en consideración a la hora de proteger a sus propios ciudadanos que viven en Europa.
(African Press Agency, 24-06-08)