Esta mañana, una vez que pude deshacerme de constructores y demás, me fui hasta Mile 14 donde tenía que ver a Alusine Bangura, maestro de la escuela primaria y presidente de la asociación de padres de alumnos de la escuela secundaria y como tal presidente del comité de la aldea que controla las obras de la escuela secundaria que estamos construyendo allí. Habíamos quedado en vernos para evaluar la marcha de las obras que para mi gusto van un poco lentas.
Cuando llegué a Mile 14 me dijeron que Alusine había ido a Freetown y todavía no ha vuelto. El pobre hombre está pasando un autentico calvario con el banco y los sueldos de los maestros de la escuela primaria de esa aldea. Hace más de nueve meses que perdió el libro de cheques y no consigue que el banco le haga uno nuevo con lo cual no puede cobrar los sueldos de los maestros. Está gastando una fortuna en viajes a Freetown para intentar convencer a los del banco. Como no estaba Alusine no tuve más remedio que volverme a casa dejando mensaje de que me avise cuando vuelva.
De vuelta a Madina me encontré con Daddy Mattai, el hermano de Medo, que me esperaba. Dijo que había estado toda la noche vomitando y tenía fiebre. Le mandé a Richard, el responsable del centro de salud de Madina. Pensé que ayer se habría pasado bebiendo en el mitin político porque él trabaja de Okada. Tiene una moto y la gente le paga para que les lleve de un lugar a otro. Estos días tiene mucho negocio, todos los días tiene que llevar a gente de un mitin a otro. Justo esta mañana, antes de ir a Mile 14, estuve hablando con Richard para ver como lleva la preparación del programa de formación de agentes de salud en materia de higiene buco dental que empezamos en agosto con la llegada de Federico Gerona y Adriana, de Odontólogos solidarios. Este año vienen acompañados por Peli. Ella ya es la tercera vez que viene, pero parece que este año ha echo un curso para enfermeras VIPs de dentistas y además de ver los proyectos que la Fundación ATABAL lleva aquí echará una mano a los dentistas.
Volvió Daddy con una nota de Richard, nada de resaca como yo sospechaba, sino una malaria muy fuerte. La lista de medicinas, inyecciones y demás que traía Daddy ascendía a cuarenta mil leones, casi la mitad del sueldo de un maestro. Esta es la realidad sanitaria de Madina y de toda Sierra Leona. Estos años hemos tenido suerte aquí porque Médicos sin Fronteras estaban en el hospital de Kambia y desde allí seguían este centro de salud de Madina suministrando medicinas y llevando programas para menores de cinco años y mujeres embarazadas. Richard que es bastante honrado, cosa rara entre los enfermeros de este país, no vendía las medicinas que MSF le suministraba gratuitamente, como hacían muchos colegas suyos, sino que las daba gratis. Todo eso se ha terminado. El uno de julio MSF abandonó Sierra Leona y de golpe y porrazo todos los programas que llevaba adelante han desaparecido. Poca gente puede ahora permitirse el ir al centro de salud.
Hoy los del APC han tenido el mitin en Madina así que desde bien temprano ha habido motos pasando a toda velocidad invitando a la gente a asistir. De hecho ha llegado mucha gente de las aldeas de alrededor. Todos llevaban algo rojo, una camiseta, un abrigo, una gorra, trapos rojos atados,… El más original de todos ha sido uno que se ha pasado todo el día bailando con una langosta de peluche rojo, enorme, atada a la cabeza con unas cintas rojas. Desde bien temprano ha habido grupos que recorrían Madina cantando y bailando. Sonaban tambores y otros instrumentos por todas las esquinas de la ciudad. Ha sido un día de fiesta, divertido. El mitin es solo eso, bailar y cantar, porque en ningún momento el candidato del APC ha hecho ningún discurso. Digo yo que a lo mejor esto es un estilo a exportar a otros países.
Sobre la hora de la siesta empezó a llover y parecía que la lluvia iba a estropear la fiesta pero no fue así, la gente siguió cantando y bailando bajo la lluvia. Es verdad que hace mucho que no tenemos lluvias fuertes. A eso de las seis, cuando dejó de llover, me aventuré a acercarme al chiringuito de John Papa. Hacía bastante que no iba por allí y me encontré a John Papa que no daba abasto a vender. Tenía cola de gente que quería comprar pega-packs, cervezas y demás licores. John Papa estaba agotado y me decía con rabia que se estaba quedando sin existencias y el coche que tenía que traerle bebidas desde Kambia estaba estropeado en mitad de la carretera y no sabía cuando llegaría a Madina. Le dije que con el APC esto de quedarse sin género puede pasar, pero que tenga en cuenta que dentro de una semana llegan Fede y Peli, los dos mejores clientes que John Papa ha tenido en toda su historia que además este año llegan juntos, y pueden sacarle todos los dientes de golpe si un día se quedan sin su cervecita del tiempo.
La cosa no era tan grave como la pintaba John Papa porque todavía le quedaban bastantes cervezas y pude sentarme a tomar una. Llegó Kabakeh y se sentó conmigo y me contó las incidencias del día. Está enfadado con su mujer, Mabinti. Esta es un miembro ferviente del APC y desde que ha empezado la campaña electoral no ha dejado un solo día de seguir la caravana electoral. Kabakeh se queja que desde que todo este jaleo ha comenzado su mujer no ha cocinado ni un solo día. Se levanta, lleva los niños a casa de su madre, se viste de rojo y abandona la casa. Kabakeh parecía desesperado y me pedía consejo. Yo le dije que en política me mantengo neutral.
Luego llegó O. C. Conteh, el jefe de policía de Madina. Me dijo que tenía a todos sus hombres desplegados para controlar que no hubiese incidentes. Dijo que incluso tenía a dos policías camuflados, vestidos de civiles, para poder recabar información y prevenir cualquier incidente. Cosa absurda en una ciudad tan pequeña como Madina donde todo el mundo se conoce y era un poco ridículo ver a Sesay y Koroma con sus trapos rojos haciéndose pasar por fanáticos del APC.
O. C. Conteh estaba un poco subido de tono. Le habían suministrado bastante pega-packs y se le veía contento. Me invitó a una cerveza y yo le correspondí invitándole luego a otra. Hablamos y me comento que hasta ahora no ha habido ningún incidente de violencia política en todo el Tonko Limba y que eso fue lo que le dijo a los blancos que vinieron a entrevistarle hace un par de días. Dice que eran observadores de la ONU, que pararon diez minutos en el puesto de policía, le preguntaron si había registrado algún incidente, él les contestó que no y los blancos se volvieron a subir a su coche y salieron hacia Freetown.
A mitad de la segunda cerveza O. C. Conteh dijo que era tiempo de cambiar a sus hombres de posición y dar una vuelta para asegurarse de que todo estaba en orden. Salió del chiringuito y al rato le vimos pasar bailando en medio a uno de los numerosos grupos que giraban en torno a la plaza central de Madina. No había duda que era él, su uniforme azul destacaba en medio a la marea roja. Se le veía muy animado. Volvió al cabo de media hora diciendo que todo estaba en orden y que no había que preocuparse, que mientras que él estuviese encargado del orden no iba a permitir que nadie se desmadrase.
Más tarde la gente dejó de cantar y empezó a sonar el equipo de música que habían colocado delante de la gasolinera del Consejero Dauda. La gente cambió de ritmo y siguió bailando. Luego se trasladarían al Town Hall para seguir el baile, gratis, toda la noche.
En cuanto al cocinero, Mr. Samura, hoy se ha empeñado en hacerme judías con arroz. El problema es que no puso las judías en remojo anoche, así que las judías no había forma de comérselas de dura que estaban. Cuando le he dicho que no podía comer aquello, que si era algún plato francés que no conocía, se ha sentido ofendido y no me ha contestado. Menos mal que esta noche ha llegado Bruno. Tenía que volver mañana pero dice que ya había terminado todo lo que tenía que hacer en Freetown y no aguantaba más allí, así que decidió volverse.
En cuanto al caso de la oveja, no hay ninguna novedad, Kompolo Unisa no se deja ver.
