El pasado 22 de enero Manos Unidas aprobó, en respuesta a la petición de algunos de nuestros socios locales, dos proyectos de ayuda humanitaria, localizados uno en Mombasa, la segunda ciudad de Kenia tras Nairobi y principal puerto de África oriental, y el otro en Kisumu, que –según José Miguel Reyes, misionero de La Consolata- “ha sido arrasada”, aunque, paradójicamente, es una zona que ha votado masivamente a la oposición, cuyos partidarios están manifestando mayor violencia.
En Mombasa los damnificados, la mayoría mujeres, niños y ancianos pertenecientes a diferentes etnias, kikuyo, meru, embu y kamba, se han refugiado en la parroquia de Likoni, situada al sur de la ciudad y regentada por los misioneros de la Consolata y las Hermanas del Sagrado Corazón. Estas últimas han solicitado a Manos Unidas colaboración, por importe de 15.020 euros, para comprar alimentos, utensilios de cocina y ropa para atender las necesidades de cerca de 180 personas refugiadas en sus locales.
En cuanto a Kisumu, los beneficiarios directos son unas 500 personas en la parroquia de Alendu y otras 500 en la de Chiga, mientras que los afectados de manera indirecta por este conflicto son más de 300 familias de origen luo (propios de la zona), kikuyu, kamba, meru y kisii, que en su mayoría viven en la pobreza. Los misioneros de la Consolata han pedido a Manos Unidas su apoyo (21.134 euros) para comprar alimentos, utensilios de cocina, ropa y materiales de construcción para hacer unas viviendas temporales, con el fin de atender las necesidades es estas personas que han buscado refugio y ayuda en las parroquias a cargo de estos misioneros.
El grave conflicto que se vive en Kenia ha causado ya centenares de muertos y más de 260.000 desplazados. Las condiciones en las que se encuentran estas personas, que ha tenido que huir de sus hogares por miedo a los enfrentamientos orquestados por los miembros más radicales de los dos partidos mayoritarios (el Partido de Unidad Nacional del presidente Mwai Kibaki –que resultó vencedor en unas elecciones calificadas de fraudulentas- y el opositor Movimiento Democrático Naranja, de Raila Odinga), ha movido a Manos Unidas, que no es una organización de ayuda de emergencia, a responder a las peticiones recibidas desde algunos de los lugares afectados por esta ola de violencia.
(Departamento de Medios de Manos Unidas)