Miles de personas se manifestaron en Alhucemas (norte de Marruecos) en una gran «cacerolada» , una nueva forma de protesta en la zona donde el llamado “Hirak” (un concepto creado en las revueltas del 2011 y quiere decir la MOVIDA) se extiende desde que empezó hace seis meses contra el Estado marroquí.
El golpear con fuerza en las ollas y otros utensilios de cocina, se formaron pequeños grupos en la tarde en las calles del centro de la ciudad, en frente de cafés y tiendas, antes de iniciar una marcha por la ciudad
Los manifestantes denunciaron el “gobierno corrupto” y corearon consignas como “No a la militarización”, “No a la humillación” o “Todos somos Nasser”, en referencia a Nasser Zefzafi, el líder de este movimiento. La manifestación se llevó a cabo sin incidentes, mientras que la policía se mantuvo muy discreta.
En la región del Rif considerada rebelde, la provincia de Alhucemas es escenario de protestas regulares desde la muerte a finales de octubre el año 2016 un vendedor de pescado, aplastado en un contenedor de basura.
Después de la indignación por este incidente, los activistas locales mantienen la movilización en torno a más demandas sociales y políticas, entre los que exigen proyectos de desarrollo e infraestructura para su región.
En respuesta a estas solicitudes, el estado ha reavivado un ambicioso plan de desarrollo para la zona, el gobernador fue despedido a finales de marzo, y las visitas ministeriales no paran. Sin embargo, los activistas consideran que estas medidas están para “calmar la protesta y crear división entre la población de Rif “ y el “movimiento popular” que tiene un fuerte eco entre la población de esta provincia” según los militantes.
Fuente: alhucemaspress.com
Fundación Sur
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